Aviso por el medicamento contra la enfermedad que sufren unas 160.000 personas en España: "Provoca un deseo incontrolable de tener sexo"
Los testimonios de varias mujeres y hombres en un amplio reportaje de la BBC han hecho saltar las alarmas.

Los testimonios de varias mujeres y hombres en un amplio reportaje de la BBC han hecho saltar todas las alarmas sobre un medicamento. Se trata del ropinirol, un popular fármaco para tratar el Parkinson, pero, según se hacen eco medios de todo el mundo, como el italiano Il Fatto Quotidiano, con efectos secundarios devastadores en la vida de algunos pacientes.
Según datos de la Sociedad Española de Neurología (SEN), alrededor de 160.000 personas viven con la enfermedad de Parkinson en España. Afecta al 2% de la población mayor de 65 años y al 4% de los mayores de 80 años. Pero no es una enfermedad exclusiva de las personas mayores, ya que un 15% de los casos se dan en personas menores de 50 años.
Estos medicamentos, que se conocen como agonistas de la dopamina, funcionan estimulando los receptores de dopamina en el cerebro, aliviando los síntomas de la enfermedad de Parkinson y el síndrome de piernas inquietas. Pero, en algunos casos, pueden provocar efectos secundarios inesperados y potencialmente destructivos, como la adicción compulsiva al sexo y al juego, según señala el medio italiano.
Un informe de la compañía farmacéutica GlaxoSmithKline (GSK) ha destacado un posible vínculo entre estos fármacos y comportamientos sexuales atípicos. Además, el prospecto de ropinirol enumera explícitamente entre los efectos secundarios un “aumento del deseo sexual” y un “ deseo inusual de jugar”.
A pesar de estas recomendaciones, muchos pacientes informaron en Reino Unido que nunca se les advirtió de los riesgos potenciales antes de comenzar el tratamiento, lo que los dejó sin preparación para manejar los efectos secundarios de la terapia. "Cuidado con este medicamento, provoca un deseo incontrolable de tener sexo y jugar", alertaron.
Una de ellas, llamada Claire, entrevistada por la BBC, dijo que había desarrollado el síndrome de piernas inquietas durante el embarazo y que a menudo sufría de insomnio y una extraña sensación de hormigueo bajo la piel. Después de dar a luz, estos problemas continuaron persistiendo, por lo que su médico le recetó ropinirol, pero sin enumerar los posibles efectos secundarios.
Después de un año de tomar el medicamento, sus síntomas remitieron, pero Claire comenzó a experimentar impulsos sexuales sin precedentes. "Queda algo en tu cabeza que sabe que lo que estás haciendo está mal, pero te golpea tan fuerte que no sabes que lo estás haciendo", describió.
Claire también recordó salir de casa a primera hora de la mañana para buscar sexo , exponiendo sus pechos a cualquier hombre que encontrara: “Lo hacía con regularidad”, dijo, “y en lugares cada vez más peligrosos, aunque tenía pareja”. Después de dejar de tomar los medicamentos, mis impulsos sexuales desaparecieron casi inmediatamente. “Me sentí muy avergonzada ”, declaro en la entrevista al medio británico.
Según el Instituto Nacional para la Excelencia en la Salud y la Atención, el organismo de control del gasto en medicamentos del Reino Unido, se cree que las conductas impulsivas, incluidos el juego y el aumento del deseo sexual, afectan a entre el 6 y el 17% de los pacientes con síndrome de piernas inquietas que los toman.
En un comunicado oficial, GSK dijo a la BBC que el ropinirol se ha recetado para más de 17 millones de tratamientos y ha sido sometido a “extensos ensayos clínicos” y que, como todos los medicamentos, “tiene posibles efectos secundarios, que están claramente indicados en la información de prescripción”.