Un ave bate el récord de buceo en Baleares

Un ave bate el récord de buceo en Baleares

SEO/BirdLife registra el mayor récord de profundidad conocido para una pardela balear, hasta 37,75 metros.

Una pardela en el marGetty

La organización SEO/BirdLife ha registrado el mayor récord de profundidad conocido para una pardela balear, alcanzando los 37,75 metros en aguas al sur de Formentera. Este logro es especialmente notable, ya que estas aves suelen sumergirse a profundidades de entre diez y veinte metros.

El ejemplar que ha logrado este récord se llama Maireta, en honor al pesquero que la capturó en alta mar frente a Barcelona, la Maireta IV. La captura fue realizada por la propia SEO/BirdLife en el marco del proyecto Life IP Intemares, coordinado por el Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico (MITECO) a través de la Fundación Biodiversidad. Según la organización, la captura no supuso ningún daño para el ave.

Las pardelas baleares crían exclusivamente en el archipiélago del mismo nombre. Comienzan a poner sus huevos a principios de marzo y terminan a finales de junio, cuando el pollo está listo para volar. Por lo tanto, Maireta fue capturada durante la época de cría. El nido de Maireta se encuentra en los acantilados de los islotes de Malgrats, al suroeste de Mallorca.

Desde su nido, Maireta realizó numerosos viajes en busca de comida para alimentar a su pollo. Sus destinos incluyeron las costas del levante ibérico y Cataluña, el golfo de León (hasta la Camarga) y las aguas al sur de Ibiza y Formentera. En total, realizó diez viajes en 40 días. Finalmente, en la madrugada del 2 de julio, abandonó definitivamente la colonia y dejó a su pollo “bien cargado de energías” para afrontar su propia migración a los pocos días.

Tras su última visita a la colonia, Maireta cruzó el estrecho de Gibraltar en un día y medio y continuó remontando la costa ibérica hacia el norte. Después de un “descanso” en el norte de Portugal, frente a Aveiro, continuó su ruta hasta llegar al punto más septentrional de la Península, la Estaca de Bares, el 9 de julio a primera hora de la tarde. Desde allí, cruzó el golfo de Vizcaya y llegó a las costas de la Bretaña francesa, a la altura de Lorient, esa misma noche. Esto supone un recorrido de más de 530 kilómetros en cerca de ocho horas y media, a una velocidad promedio que supera los 62 kilómetros por hora.

Una vez en Bretaña, Maireta continuó su camino hacia el norte para pasar las últimas semanas en la costa norte de esta región, cerca de la bahía de Saint-Brieuc. En los últimos días, se desplazó hacia las islas del canal (Jersey y Guernsey). Según la ONG, una parte importante de la población de pardela balear pasa el verano en estas aguas, ricas en alimento, para realizar su muda anual. Algunas de ellas se quedan más al sur dentro de la propia Bretaña, mientras que otras no pasan del norte de Portugal y sur de Galicia. En los últimos años, es cada vez más frecuente observarlas en el suroeste de Gran Bretaña. Según las expectativas de la organización, es probable que Maireta permanezca unas semanas en la zona antes de iniciar su camino de vuelta al Mediterráneo en otoño.

SEO/BirdLife defiende que el marcaje de aves permite obtener información de gran calidad, que ayuda a entender mejor su biología y contribuye a su conservación. Como ejemplo, han observado que durante la época reproductora de Maireta, las zonas de alimentación más utilizadas coinciden con importantes Zonas de Especial Protección para las Aves (ZEPA) marinas, como el Espacio marino del Delta del Ebro - Islas Columbretes y el Espacio marino de l’Empordà. Estas zonas son ricas en pequeños peces pelágicos como la sardina y el boquerón, que son las presas predilectas para esta especie.