Registran el mayor acto de devoración masiva jamás registrado: engullen millones de peces en cuestión de horas
Un evento sin precedentes: millones de peces devorados en horas frente a las costas de Noruega.
Científicos han registrado el mayor acto de depredación masiva jamás observado. Frente a las costas de Noruega, un enjambre de bacalaos devoró millones de peces en cuestión de horas, un fenómeno que ha dejado perplejos a los investigadores.
El dramático suceso ocurrió durante la temporada de desove del capelán, un pequeño pez del Ártico que migra cada febrero desde el borde de la capa de hielo hacia el sur, hasta la costa noruega, para poner sus huevos. Este año, oceanógrafos del MIT y del Instituto de Investigación Marina de Noruega decidieron explorar una amplia franja de océano para estudiar este fenómeno en detalle.
Utilizando técnicas avanzadas de obtención de imágenes basadas en el sonido, los científicos observaron cómo los capelanes comenzaban a agruparse en un enorme cardumen que se extendía por decenas de kilómetros. Este “punto caliente” ecológico atrajo a los bacalaos del Atlántico, que también migran hacia el sur en busca de alimento. En cuestión de horas, los bacalaos formaron su propio cardumen y devoraron más de 10 millones de capelanes, un evento que representa más de la mitad de la presa recolectada en ese periodo.
Nicholas Makris, profesor de ingeniería mecánica y oceánica en el MIT, comentó sobre la magnitud del evento: “Estamos viendo que los eventos de depredación catastrófica natural pueden cambiar el equilibrio local depredador-presa en cuestión de horas. Esto no es un problema para una población saludable con muchos centros de población distribuidos espacialmente. Pero a medida que el número de estos puntos calientes disminuye debido al estrés climático y antropogénico, el tipo de evento de depredación ‘catastrófico’ natural que presenciamos podría tener consecuencias dramáticas para esa especie y para las muchas especies que dependen de ella”.
El estudio, publicado en Nature Communications Biology, destaca la importancia de seguir monitoreando el comportamiento del capelán y otras especies clave en el ecosistema marino. A medida que el cambio climático continúa afectando los patrones migratorios y de desove, eventos como este podrían volverse más comunes, poniendo en riesgo la estabilidad de las poblaciones de peces y, en última instancia, la salud del océano en general.
Aunque este evento en particular no debilitará significativamente la población de capelán, que se estima en miles de millones, sí subraya la vulnerabilidad de las especies a los cambios en su entorno. Los investigadores enfatizan la necesidad de continuar con estudios a gran escala que abarquen decenas de miles de kilómetros cuadrados para entender mejor estos fenómenos y desarrollar estrategias de conservación efectivas.