La plaga mortal para perros avanza de manera alarmanete en España
Consecuencias del cambio climático y las anómalas temperaturas de este invierno.
Las anómalas temperaturas de este invierno en España y las de la primavera está acelerando el ciclo de vital de muchas especies. En algunas provincias españolas, como Murcia o Menorca, se ha detectado la llegada antes de tiempo de la oruga procesionaria, cuando normalmente es en febrero o marzo.
Las inusuales condiciones climáticas que se registran desde hace meses en España han provocado que las orugas se desarrollen antes de tiempo y bajen de los árboles anticipadamente, lo que aumenta el riesgo de contacto con unos insectos que son más peligrosas en este momento del año por sus efectos urticantes y que, en el caso de los perros, puede provocar al muerte del animal.
Con la llegada de la primavera y el verano a punto de estrenarse, el problema no ha menguado. Una de las localidades que han alertado de esta situación es Ibiza, cuyas autoridades califican la situación de "preocupante". En total se está actuando contra la procesionaria en 22.200 hectáreas de terreno, según informa Periódico de Ibiza.
Las orugas de la procesionaria suelen nacer en octubre y pasan los meses más fríos del año hibernando. Sin embargo, como este año las temperaturas son superiores a lo normal, han completado antes de lo habitual su desarrollo hasta su etapa adulta. La siguiente fase de su ciclo vital pasa por bajar de los árboles para enterrarse en el suelo y después de varios meses, transformarse en mariposa.
En ese viaje desde el árbol al suelo es cuando resultan más peligrosas tanto para humanos como para mascotas. Cuando se sienten amenazadas, la oruga procesionaria desprende los pelos urticantes que cubren su cuerpo y que contienen una sustancia tóxica que, en el caso de los perros, puede provocar reacciones alérgicas, complicaciones respiratorias y problemas oculares. En situaciones en las que se produce la ingesta, el contacto con el insecto puede llevar a la necrosis de la lengua y, en casos más extremos, pueden poner en peligro la vida del animal.
La veterinaria Caroline Langlois, tal y como recoge el portal Menorca.info, advierte a los propietarios de estas mascotas de la importancia de prevenir el contacto de los perros con la oruga de la procesionaria, por eso, recomienda evitar los paseos por los bosques en los que se haya detectado la presencia del insecto o, si resulta imposible, llevar a los perros atados con correa.