Maldición con el lote de linces introducidos en Murcia
La región ha sido testigo de una serie de infortunios relacionados con Tiko, Torrealvilla y Tejo, los felinos puestos en libertad en abril
A la operación para introducir el lince ibérico en la Región de Murcia le ha caído un maldición porque, desde hace algún tiempo, este esfuerzo conjunto a nivel europeo para la conservación de una especie amenazada y única en la Península Ibérica no para de encontrarse piedras en el camino y las desgracias relacionadas con el lote de linces ibéricos introducidos recientemente en la zona se suceden semana tras semana.
Desde la muerte de Tiko por consumir plástico o la desaparición de Torrealvilla, dos de los linces ibéricos del lote introducido, ahora lo que le preocupa a los encargados del proyecto es el estado de Tejo, al que han tenido que capturar hace poco y trasladarlo al Centro de Recuperación de Fauna de El Valle ante su preocupante condición física, tal como apunta el diario La Verdad.
Los responsables del proyecto ya habían notado hace tiempo que Tejo tenía problemas para encontrar alimento en libertad, por lo que llevaban una temporada monitoreándolo de cerca. Un vídeo en el que se veía al ejemplar de lince en condiciones extremadamente deterioradas fue el detonante para que se pusiese en marcha la operación de captura.
Con un peso de solo 9,2 kilos, Tejo había perdido durante los dos meses que estuvo en libertad cerca del 20 % de su masa corporal. Actualmente, se encuentra en un centro de rehabilitación ante la atenta vigilancia de unos veterinarios que, hasta dentro de una semana mantendrán los cuidados en cautividad, momento en el que se realizará un chequeo más detallado para evaluar su evolución y analizar las posibilidades de que el último lince ibérico liberado en Murcia regrese al medio natural.
El caso de, Torrealvilla, otro de los linces introducidos en Murcia, que parece haberse esfumado de la superficie terrestre, a pesar de que su collar con GPS se localizó cerca de una autovía, también ha sido motivo de preocupación. No se han encontrado huellas en el aparato ni indicios que puedan explicar el paradero del felino.
El operativo de búsqueda continúa, hasta el momento, sin éxito. El Gobierno regional ha instalado una red de cámaras de fototrampeo en la zona de previsible dispersión del lince. Esperan capturar alguna instantánea que les permita identificar a Torrealvilla que, como el resto de los linces, luce un patrón individual de pelaje único.
A pesar de que el lote de linces liberados en abril ha sufrido pérdidas significativas, la evolución de la hembra Tahúlla en su regreso al medio natural en libertad sirve de contrapeso a tan malas noticias. Este ejemplar de lince ibérico sigue bajo vigilancia en el área en la que se le reintrodujo hace unos meses.
La maldición parece haberse cernido sobre este lote de linces en Murcia.