Los primeros erizos despiertan en febrero: piden dejar de hacer esto en los jardines españoles

Con la llegada de mayores horas de sol, los animales que hibernan van saliendo poco a poco de su letargo invernal. Uno de ellos es el erizo, que en el mes de febrero empieza a despertar.

Sin embargo, hay que tener cuidado con ellos, especialmente las personas que tengan jardín o dispongan de zonas verdes donde los erizos silvestres puedan estar hibernando. Katrin Effenberger, del centro de rescate de erizos de Lugau, lo deja claro en MDR, la emisora de radio pública alemana, donde recomienda no hacer trabajos en los jardines hasta que ellos despierten del letargo.

Tal y como recuerda la especialista, al despertarse de la hibernación, especialmente cuando el calor irrumpe de forma repentina, muchos erizos "abandonan el nido y deambulan aturdidos".

Además, pide retrasar los trabajos de jardinería intensivos hasta finales de marzo. "Ahora en invierno nadie tiene nada que perder en el jardín. Por favor, no hagáis nada de jardinería hasta finales de marzo", añade.

En España, hay dos especies de erizo: el europeo y más común, y el "moruno" presente en algunas zonas de la península ibérica así como en Canarias y Baleares, ambas especies hibernan especialmente en aquellas áreas donde los inviernos son fríos, como por ejemplo en la depresión del Ebro.

Para evitar el daño a estos animales, la bióloga Leire Paz Leiza indica a Verdeesvida, que si se van a retirar montones de "hojarasca, compost, restos de poda acumulados hace un tiempo o cualquier estructura en la que podría haberse refugiado algún erizo, ten precaución de hacerlo sin dañar al posible inquilino, sobre todo durante el periodo de hibernación y de cría, que es cuando son especialmente vulnerables". Hay que tener en cuenta que la época de cría de ambas especies suele ser en primavera.

Además, apunta que "si tienes un estanque, instala alguna rampa de madera o piedras, para que en caso de que caigan, puedan salir por su propio pie, sanos y salvos". Por último pide tener "a buen recaudo los productos químicos y evitar utilizar pesticidas, especialmente antilimacos no ecológicos, puesto que podrían envenenarse al ingerir caracoles y babosas".