Los científicos alertan del peligroso papel de palomas y otras aves en la propagación mundial de los 'superbichos'
Los expertos llevaron a cabo un análisis de 700 muestras de bacterias, todas ellas procedentes de los intestinos de 30 especies de aves silvestres.
Un reciente estudio dirigido por expertos del Instituto Ineos Oxford para la investigación antimicrobiana de la Universidad de Oxford ha podido concluir que las aves silvestres que viven en las ciudades son proclives a portar bacterias resistentes, que en Financial Times han definido como "superbacterias", a los antimicrobianos.
Las conclusiones a las que han llegado desde Reino Unido, aseguran en el portal de noticias de la Universidad de Oxford, "crea una necesidad de que los responsables de las políticas y los servicios de salud consideren las diferentes formas en que las bacterias resistentes a los antibióticos pueden propagarse fuera de los entornos hospitalarios".
Para la realización del estudio, que se ha publicado en Current Biology, los expertos llevaron a cabo un análisis de 700 muestras de bacterias, todas ellas procedentes de los intestinos de 30 especies de aves silvestres en ocho países, Canadá, Finlandia, Italia, Lituania, Japón, Suecia, Reino Unido y Estados Unidos.
Entre esos animales, según recoge el ya citado rotativo estadounidense, se encuentran gaviotas, patos, gansos y cuervos, entre otros.
Por su parte, el responsable de Microbiología Digital y Bioinformática del Instituto Ineos de Oxford, el profesor Samuel Sheppard, ha hablado acerca de las repercusiones de esta resistencia a los antibióticos: "Es un problema complejo que afecta no solo a la salud humana, sino también a los animales y al medio ambiente", ha indicado.
"Las aves silvestres tienen el potencial de transmitir" este tipo de bacterias, ha proseguido, "a grandes distancias al ganado criado para el consumo de carne y a los animales de compañía, como las mascotas". "Esto puede tener implicaciones económicas para la agricultura, el bienestar animal y la seguridad alimentaria", ha apostillado.
La Universidad, además, ha precisado que los animales que se encuentran viviendo en zonas urbanas están expuestos a diversas fuentes de bacterias con esta resistencia. Así pasa con los ríos, al menos, los que se encuentran contaminados de aguas residuales. Y, según van creciendo las poblaciones humanas, el entorno va sufriendo cambios, que es lo que termina motivando un mayor contacto entre animales salvajes y humanos.