La epidemia que asola a los gatos de Canarias

La epidemia que asola a los gatos de Canarias

Este virus no se contagia a humanos ni otros animales.

Una imagen de archivo de un gatoGetty Images

La leucemia felina está causando estragos en los gatos callejeros de Gran Canaria. En declaraciones de Soraya Déniz, veterinaria en el Hospital Clínico Veterinario de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria, al medio local La Provincia, la experta ha alertado que esta enfermedad es una de las más críticas que sufren los gatos de la isla. La leucemia felina se transmite de manera muy fácil, ya sea por la respiración, el consumo de agua del mismo cuenco o incluso de madre a cría durante el embarazo.

En los últimos años, tanto la leucemia como el virus de la inmunodeficiencia felina han golpeado duramente a los gatos callejeros. Esta última, conocida como el sida de los gatos, se transmite únicamente mediante mordeduras profundas, ya que la vía de infección directa es la sangre. A diferencia de la leucemia, que no puede transmitirse a otros animales ni a humanos, la inmunodeficiencia felina requiere un contacto más directo y agresivo.

Síntomas, prevención y tratamiento

Los síntomas de la leucemia son bastante inespecíficos en el caso de los gatos, lo que dificulta su detección temprana. Entre las primeras señales se encuentran la conjuntivitis y la falta de apetito. En casos más avanzados, los gatos pueden desarrollar tumores internos o externos, que a menudo pasan desapercibidos. La enfermedad debilita el sistema inmunológico, haciéndolos susceptibles a otras infecciones que finalmente causan su muerte.

La vacunación es el método más efectivo para evitar el contagio, aunque también es crucial mantener un cuidado posterior adecuado. Es imprescindible realizar pruebas a los gatos antes de adoptarlos para clasificarlos como positivos o negativos. Estas pruebas son muy sensibles y complejas, ya que la leucemia se integra en el ADN de las células de los animales, lo que puede llevar a resultados falsos negativos.

La esterilización es otra táctica común para prevenir la transmisión sexual del virus. El tratamiento de la leucemia felina es sintomático, lo que significa que se trata cada síntoma individualmente. Para alargar la vida de los gatos afectados, se recomienda el uso de estimulantes para las defensas, aunque su efectividad depende de si la anemia del gato es regenerativa.

Según informa el citado medio, el precio del tratamiento, un antiviral que puede durar hasta dos meses cuesta alrededor de 200 euros.