La anchoa del Cantábrico se vuelve enana
Según un estudio, han perdido tamaño y se han vuelto más esbeltas.
Las repercusiones del cambio climático son diversas. Una de ellas es el calentamiento de temperaturas que están sufriendo los océanos y ello, además, también ha repercutido en la fauna que en ellos habita, como en las anchoas.
Según un estudio realizado por el centro científico y tecnológico AZTI, en las últimas tres décadas las anchoas del Cantábrico han sufrido un cambio de tamaño y de peso. Los ejemplares de este animal, al menos, en el golfo de Bizkaia, son más pequeños y presentan una figura más esbelta.
Así lo ha indicado uno de los autores del estudio, Fernando Taboada, en declaraciones recogidas por AZTI. "La disminución en el peso es ligeramente más pronunciada que en la longitud total, con tasas de reducción que en los últimos veinte años se han acelerado hasta un 25% por década", ha indicado.
La razón que los investigadores encuentran detrás de este cambio es, "en parte", la subida de temperaturas que han experimentado los océanos en las últimas tres décadas, así como una "compleja interacción de factores ambientales", explican desde el centro tecnológico.
Y, además, han descartado la presión pesquera como una influencia significativa en esta evolución.
La regla de temperatura-talla
En el estudio, los expertos se han referido a la regla temperatura - talla. Esta lo que viene a decir es que los peces de edades más tempranas crecen de manera más rápida en aguas de mayor temperatura que sus congéneres en aguas más frías.
Ahora bien, a edades posteriores, los peces que habitan en aguas cálidas ven su desarrollo posterior frenado. Por eso, su tamaño de adultos resulta más pequeño.
Y, con esta investigación, los expertos han podido confirmar dos hipótesis ecogeográficas con las que medir, a gran escala, la manera en la que cambia el tamaño de los peces en función del cambio de temperatura del agua.
Por un lado, han comprobado que el tamaño de los peces suele ser mayor en aguas más frías. Y, por el otro, que esto también se aplica, de manera más concreta, a las anchoas que viven en Europa.
"Es crucial ser precavidos"
En cualquier caso, desde AZTI son claros: "Es crucial ser precavidos, ya que el estudio se basa en observaciones y tiene sus limitaciones", señalan.
"Las evidencias adicionales apuntan, eso sí, a que la disminución del tamaño de la anchoa podría ser un indicador de la respuesta a los cambios del clima y del funcionamiento del ecosistema del golfo de Bizkaia", añaden.