Investigadores encuentran al animal más antiguo del mundo y lo matan inmediatamente después
"Tal vez nos apresuramos un poco...".
El siguiente episodio científico ocurrió en 2006, pero todavía se recuerda por las dimensiones del hallazgo -y su gestión-. Estamos hablando del que fue el descubrimiento del animal vivo más antiguo del mundo. Hace 18 años se determinaba que este ser vivo había vivido 405 años cuando fue identificado.
El tiempo verbal no es una casualidad. 'Había vivido', porque después de datar su vasta existencia -por cierto, posteriormente se descubrió que tenía unos 'cuantos' cumpleaños más a sus espaldas- el animal murió. Eso sí, lograron saber que hasta que le pusieron las manos encima había vivido la friolera de más de cuatro siglos.
¿Por qué falleció este animal? Quizás, ¿había llegado en duras y penosas condiciones al laboratorio, fruto de su avanzada edad? No. Murió porque literalmente decidieron llevárselo para su investigación, según recoge un reportaje de la cadena estadounidense CBS.
¿Cuál es el animal que se halló vivo de mayor edad y por qué murió después?
Esta historia es la historia de la conocida como almeja Ming, un molusco bivalvo típico del ártico islandés que a día de hoy continúa siendo el organismo hallado vivo con mayor edad -sin contar estructuras como metozoos primitivos-. Para poder determinar su edad, los investigadores optaron por analizar y contar sus anillos de crecimiento del ligamento interior de la bisagra.
Y ahí radica el que se consideró como el gran error que cometieron, aunque después se demostraría que el 'crimen y su arma' habían sido otras. Para inspeccionar esos anillos, tuvieron que abrir la almeja, cuestión que la sentenciaba a muerte. No faltaron las voces que criticaron esa opción en lugar de contar los anillos exteriores, lo que podría haber evitado su muerte. Hasta que más tarde se supo que, en realidad, no.
Ming -cuyo nombre hace honor a la dinastía china Ming, la misma que gobernaba cuando nació- había muerto mucho antes de que fuese sometida a la intervención para datar su edad. Concretamente, cuando los investigadores la capturaron y la introdujeron en un congelador para su transporte.
Curiosamente, el hallazgo de Ming adquirió mayor relevancia al conocerse en 2013 que habían fallado los cálculos para determinar su edad. Y no es que 'se llevasen una', la diferencia era de un siglo. "Nos equivocamos la primera vez, y tal vez nos apresuramos un poco al publicar nuestros hallazgos en aquel entonces", aseguró el científico oceánico Paul Butler al medio especializado ScienceNordic. En realidad, Ming tenía 507 años cuando la metieron en un congelador.