Esta es la escuela de Madrid donde adiestran a todos los perros guía de España
Es la que pertenece a la Fundación ONCE.
Los perros guía son una herramienta más de la que pueden disponer las personas con discapacidad visual para poder vivir el día a día de una forma más autónoma. Los canes que desempeñan esa función han de recibir un adiestramiento para poder llevarla a cabo. Una de esas escuelas es la de la Fundación ONCE.
Esta se encuentra en Madrid y su primera labor con cada uno de los perretes que va a ejercer esta responsabilidad es la de criarlos.
En este sentido, y tal y como especifican desde la web de la Fundación, cuentan con un grupo de perros reproductores "que han superado unos exigentes controles sanitarios y una evaluación temperamental, con el fin de garantizar la mejor genética para su descendencia", aseguran.
Una vez nacen los cachorros, no sólo les prestan una atención constante en sus dos primeros meses de vida, sino que también empiezan un programa de estimulación temprana. Este tiene como objetivo principal empezar a preparar a la recién nacida camada para su futuro contacto con el mundo exterior.
De un hogar a la Fundación
Poco a poco, los van conduciendo por entornos y situaciones en los que los enseñan cómo han de comportarse. Esta misión la llevan a cabo voluntarios de la Fundación, que han de asumir durante un total de 12 meses la manutención del perro y seguir las pautas de educación marcadas por el organismo dependiente de la ONCE.
Si a los 14 meses de vida, ha finalizado su etapa educativa y ha superado todos los controles sanitarios, empieza el adiestramiento técnico como perro guía. Este ya se ejecuta en las instalaciones de las que dispone la Fundación y lo llevan a cabo instructores o entrenadores.
Se realiza en varias fases, que van desde un entrenamiento más básico en el que se refuerzan el reconocimiento de obstáculos, como escaleras y bordillos, a otros más avanzados con los que termina de estar preparado para ser emparejado con uno de los usuarios.
A escoger y a formar a los usuarios
Cuando la mayor parte del trabajo con los perros ya está hecho llega el momento de escoger el usuario que más se puede adecuar a la personalidad del can. Es entonces cuando la instrucción pasa a recibirla la persona que va a adoptar al guía.
Esta concluye en el momento que culmina la fase residencial del curso y el instructor puede verificar que el entorno cotidiano de la persona se adecúa al perro. Y, de esta manera, el usuario puede firmar el contrato de uso del can, dado que la propiedad del perro seguirá siendo de la Fundación.