El grave problema de las espiguillas del verano para tu perro
La mejor prevención es vigilar atentamente al animal durante el paseo.
Cada verano, con las altas temperaturas vuelven a volar las espiguillas por los campos, es decir las pequeñas espigas que se desprenden de, sobre todos, las plantas de cereales cuando se secan.
Aparentemente inofensivas para las personas, salvo que se pueden enganchar en nuestra ropa o en el pelo y podemos sentir pequeñitos pinchazos, sí que pueden resultar peligrosos para nuestras mascotas, especialmente para perros y gatos.
"Durante su caminata matutina, de repente se detuvo y comenzó a sacudir violentamente la cabeza. Me gustaría señalar que es un cocker spaniel con orejas largas que se arrastran por el suelo, por lo que es muy propenso a tener estas miserables espiguillas", relata el dueño de un perro en la web franceinfo. Tras observarle durante un rato, decidieron llevarle al veterinario porque las espiguillas viajan rápidamente por su pelo hasta llegar a sus orejas y hasta su tímpano.
Pero además de en los oídos, advierten los veterinarios que colaboran en la redacción de este artículo, se pueden alojar en las fosas nasales, la vulva de la perra, el pene del macho, en los pliegues de los párpados, entre los dedos o en cualquier lugar debajo de la piel del perro o gato.
Intensificar la vigilancia durante el paseo en estas fechas o embadurnar las orejas con vaselina pueden evitar males mayores en las mascotas. Si ya se han incrustado en algún lugar del cuerpo, será inevitable la visita al veterinario