El gato sin pelo que está prohibido en varios países de Europa
La primera camada nació en 2005 y fue registrada por la Asociación Internacional de Gatos (TICA) como "raza en fase experimental".
El bambino es una raza de gato que se creó como un cruce entre las razas sphynx o esfinge -conocida por ser una de las razas sin pelo- y munchkin -en la que el gato padece un tipo de enanismo-. De esta forma, el gato bambino se caracteriza por tener las patas cortas, las orejas grandes y erguidas, y generalmente no tiene pelo.
La primera camada de estos gatitos se registró en 2005. Los criadores Pat y Stephanie, propietarias de un criadero en Estados Unidos ya cerrado, desarrollaron esta raza a partir de un programa de cría selectiva con las dos razas fundadoras. Así tuvieron la primera camada, una mezcla perfecta de ambas especies, según ha explicado el medio 20 minutos.
El resultado es un gato que hereda el gen recesivo de calvicie de los gatos esfinge y las patas cortas del munchkin, que es un gen dominante. Esto le otorga una apariencia pequeña, motivo por el que se le otorgó el nombre de bambino, que significa bebé en italiano.
Estos primeros gatos fueron registrado por la Asociación Internacional de Gatos (TICA) como "raza en fase experimental", además de en el Registro de Felinos Raros y Exóticos (REFR), una asociación que promueve la cría responsable de todas las razas felinas, según explica el mismo medio.
La creación de este gato ha estado envuelta en controversia a causa de utilizar animales con anomalías genéticas que afectan a su salud. Por un lado, heredan de los munchkins predisposición a la lordosis, una curvatura excesiva de la columna vertebral, el pectus excavatum y la osteoartritis, una enfermedad de las articulaciones. Por otro lado, del gato sphynx, los bambinos tienen propensión a las infecciones cutáneas por la falta de pelo y las arrugas en la piel, además de ser muy susceptibles a las quemaduras solares.
Por ello, asociaciones felinas internacionales no solo no admiten la raza del bambino, sino que desaconsejan su cría y su tenencia. Además, los gatos bambino no son legales en todos los países, debido a las restricciones de reproducir animales con enfermedades genéticas. Algunos de los que no los permiten son: Holanda, Países Bajos y Alemania.