El error que muchos cometen cuando su perro toca a la plaga mortal letal que les acecha en invierno

El error que muchos cometen cuando su perro toca a la plaga mortal letal que les acecha en invierno

Durante las épocas más peligrosas, ni deberías llevarlo suelto ni pasear con él por zonas con pinos, cedros o abetos.

Oruga procesionaria.Getty Images/iStockphoto

Si notas que tu perro saliva demasiado, tiene inflamada la lengua y el hocico, estornuda mucho o le cuesta respirar o le ves especialmente fatigado o atontado, no dudes en acudir de inmediato al veterinario. Es muy posible que haya entrado en contacto con una oruga procesionaria. Ten en cuenta que, desde ese momento, este tipo de síntomas pueden tardar en manifestarse entre media hora y cuatro horas, por lo tanto puede que ya los observes cuando estáis de vuelta en casa.

También debes saber que los pelos urticantes de las orugas procesionarias pueden salir disparados llegando, ayudados por el viento, incluso a 200 metros de ellas, con lo que basta con que tu perro esté a esa distancia para que le puedan haber alcanzado. Estas orugas los sueltan cuando se sienten amenazadas, es su sistema de defensa natural. Esos pelos son los que pueden provocar, tanto a las mascotas como a las personas, reacciones graves por el contacto con ellos, su inhalación o ingestión, ya que contienen una toxina llamada thaumetopoeina.

Así que durante las épocas más peligrosas para el contagio de tu perro tienes que evitar dos cosas principalmente, pasearse por zonas donde haya abetos, cedros o pinos. Y, por mucho que te cueste, es mejor que no lo dejes suelto, llévalo con correa para poder contralar que no se acerque a las orugas procesionarias.

Respecto a los cuáles son esos momentos más peligrosos, los expertos nos aconsejan que tengamos cuidado tanto en primavera como en invierno. Aunque es la peor época es entre los meses de febrero y abril porque es cuando las orugas descienden de los árboles hasta el suelo, también suele haber muchas en algunas zonas de pinos, por ejemplo, en invierno. Seguramente recuerdas que se llama procesionaria porque suelen bajar de los árboles e ir por el suelo en procesión, una tras otra, formando una hilera, lo que puede ayudarte a identificarlas.

Y, por último, mientras vas de camino al veterinario lo que recomiendan estos especialistas que hagas es que, con mucho cuidado, laves toda la zona afectada con agua tibia, sin frotar ni dar ningún masaje en la zona. De esta forma puede que logres neutralizar las toxinas. En casos más graves, tu perro puede llegar padecer necrosis en la lengua o el paladar, por eso puede ser letal, así que, si se da el caso, date prisa en acudir al veterinario.