Cuatro especies extinguidas reaparecen en 2023
Todas ellas se creían extintas, alguna de ellas desde hace 40.000 años.
La naturaleza, tan imprevisible como siempre, no deja de sorprender ni un solo día. Cada año se establece una clasificación en la que se incluyen y actualizan los animales que han desparecido por cualquier motivo y se consideran extintos.
Pero como ocurre también cada año, se producen casos en los que ciertos animales a los que se les había perdido la pista y que la comunidad científica considera como extinguidos, hacen apariciones que obligan a 'rectificar' su condición.
Estos son denominados como "especies Lázaro", expresión utilizada como referencia bíblica debido al pasaje protagonizado por Lázaro y Jesús, cuando este resucitó tras tres días muerto.
Durante este 2023 se han localizado al menos cuatro de estas especies que han supuesto una sorpresa mayúscula para los investigadores. Son un pez, un ave, una lagartija, una almeja y un cánido. De entre ellos, no se habían notificado avistamientos en más de 40.000 años, mientras que otros de ellos sí se consideraron extintos recientemente.
Pez mano moteado
Científicamente conocido como Brachionichthys hirsutus, este es el primero de ellos. Se trata de un pez cuyas particulares aletas pectorales y ventrales les hacen parecer que tienen patas en lugar de aletas, una cualidad que le permite desplazarse con estas. Según se informa, no está extinto aunque sí de forma local en Tasmania.
Su extinción fue revocada tras verse un ejemplar muerto en la costa, algo que no se producía desde 2005. Este hecho ha aumentado las esperanzas de los científicos por encontrar a alguno más con vida en la región.
Dragón sin orejas victoriano de las praderas
En segundo lugar estaría el dragón sin orejas victoriano de las praderas, conocido científicamente como Tympanocryptis pinguicolla. Se trata de un pequeño lagarto que tan solo se encuentra en Australia.
Fue considerado extinto hace 50 años tras la destrucción de su hábitat en la zona donde residía. Pese a esto, en numerosas ocasiones se generaron dudas, ya que se habían visto a lagartos parecidos, induciendo a duda a los investigadores hasta que se descubrió un ejemplar de este misma especie, algo que permitió a los investigadores a proteger, resguardarlos y promover su reproducción.
Aguará guazú
Este cánido fue considerado extinto hace dos siglos tras dejar de avistarse en su zona de residencia: las Pampas de América del Sur, en Argentina. Tras esto, el Museo Provincial de Historia Natural de La Pampa solicitó a la población local que, en caso de encontrarse con algún aguará guazú, "simplemente lo observen", sin acercarse, tocarlos o condicionarlos.
Tinamú del Magdalena
El Crypturellus erythropus saltuarius es un ave que ha sido avistado tras casi 240 años el 3 de julio de este año, al encontrarse un ejemplar muerto. Este 'descubrimiento' supuso un hilo de gran esperanza para los científicos, aunque ahora queda lo más complicado: encontrar a alguno vivo para poder estudiar todos sus aspectos biológicos, comportamientos, etc.
Cymatioa cooki
Por último está la Cymatioa cooki, una almeja que se lleva la palma como el animal que se creía extinto desde hace más tiempo, ya que no se había podido comprobar su existencia en más de 40.000 años.
Hasta 2018 solo se habían encontrado restos fósiles, y fue en ese año cuando el ecólogo marino Jeff Goddard la identificó con un tamaño de 11 milímetros, creyendo que estaban ante una especie 'nueva', hasta que comprobaron de que no era así.
Su nombre se lo debemos a Edna Cook, una coleccionista de conchas que contaba con hasta 30.000 y ayudó a identificar a esta redescubierta especie.