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Condena a casi medio siglo de prisión a un hombre por organizar peleas de perros y por abuso animal

Condena a casi medio siglo de prisión a un hombre por organizar peleas de perros y por abuso animal

El condenado tenía conexiones con una red más amplia de peleas clandestinas.

Varios perros en una imagen de archivoGetty Images/RooM RF

Perros sujetos con cadenas pesadas en distancias reducidas, una práctica que, de acuerdo con expertos, se emplea para aumentar la agresividad entre los animales usados en peleas ilegales, una cinta de correr diseñada para el entrenamiento canino, un soporte de reproducción, un “break stick” (palo mordedor) utilizado para separar a los animales durante las peleas, medicamentos veterinarios restringidos y documentos relacionados con organizadores de peleas de perros. Todo esto ha sido lo que se encontrado la fiscalía al investigar un caso de organización ilegal de peleas de perros en Georgia (Estados Unidos), según detalló después en un comunicado.

El principal condenado por este caso ha sido Vincent Lemark Burrell, de 57 años. Le ha caído una pena de 475 años de prisión por un tribunal en Georgia tras ser declarado culpable de organizar peleas de perros y cometer actos de crueldad animal, según informó la fiscal especial de delitos contra los animales en este estado estadounidense, Jessica K. Rock. De acuerdo con Rock, "se trata de la sentencia más extensa registrada en un caso de esta naturaleza en Estados Unidos", según ha declarado a NBC News.

El caso se empezó a investigar en noviembre de 2022 cuando un repartidor de Amazon notificó a las autoridades sobre la presencia de varios perros encadenados con cadenas pesadas en una propiedad ubicada en Dallas, Georgia, aproximadamente a 50 kilómetros al oeste de Atlanta.

Tras la denuncia, los agentes de la policía llevaron a cabo una inspección en la propiedad el 8 de noviembre de 2022 con una orden judicial, según el comunicado de la fiscalía. Durante el operativo, fueron encontrados 107 perros, muchos de ellos sin acceso a agua, alimento ni refugio.

Y es que investigaciones posteriores concluyeron que Burrell tenía conexiones con una red más amplia de peleas clandestinas en el estado y que llevaba años operando en esta actividad ilícita. Documentos encontrados en su domicilio vinculaban sus transacciones con otras personas previamente investigadas por delitos similares.