Científicos sorprenden al descubrir la extraña criatura que se ocultaba en una cueva cerrada durante 5 millones de años
Este lugar único en el mundo se encuentra en Rumanía.
En Rumanía existe un lugar que es una gran mina de conocimiento para los investigadores especializados en la evolución de los seres vivos. Se trata de la Cueva de Movile, la cual estuvo aislada del mundo durante 5,5 millones de años hasta que en 1986 fue descubierta.
El motivo de esa característica única es que la cueva fue sellada por gruesas capas de arcilla y piedra caliza a finales del Mioceno. Su hallazgo tuvo lugar mientras se buscaba un emplazamiento para construir una central nuclear.
Tal y como recoge IFLScience, esta cueva cuenta con la singularidad de contar con un 100% de humedad y una ausencia total de luz solar. Pese a ello, un equipo de científicos ha descubierto que la vida ha logrado abrirse paso.
No obstante, las condiciones de vida tan diferentes al resto de la Tierra han provocado que los animales existentes sean muy extraños. En concreto, de las 53 especies identificadas por los investigadores, 37 son autóctonas de la Cueva de Movile.
El “rey de la cueva”
Entre ellas hay arañas, escorpiones acuáticos y sanguijuelas. Aunque el animal más llamativo es una especie de ciempiés bautizado como Cryptops speleorex que ha sido designado por los científicos como el indiscutible “rey de la cueva”.
No obstante, el rasgo común de todas esas especies es que han tenido que adaptarse a esas condiciones tan adversas para la vida. Al no haber luz solar, no existe la fotosíntesis, que ha sido sustituida por la quimiosíntesis.
A ello se unen los niveles tan bajos de oxígeno presentes en la cueva. Para adaptarse a esa situación, las bacterias de la cueva oxidan la abundancia de metano y azufre para producir nutrientes y formar tapetes microbianos.
“El sistema de la cueva Movile es similar a los respiraderos de las profundidades marinas por tener una base alimentaria quimioautotrófica y una biota diversa. Sin embargo, el sistema de cuevas parece carecer de las simbiosis entre microbios quimioautótrofos y animales tan características de las comunidades de los respiraderos de aguas profundas”, explicaron al respecto, en un artículo científico publicado en 1996, unos investigadores que estudiaron la cueva.