Andalucía y Extremadura firman la sentencia de muerte del mamífero con cara de demonio

Andalucía y Extremadura firman la sentencia de muerte del mamífero con cara de demonio

Las organizaciones ecologistas y naturalistas no encuentran ninguna justificación a estas decisiones.

Un meloncillo, conocido como mangosta.Philippe Clément

El presidente de la Asociación Extremeña Ganaderos del Reino, Enrique de Muslera, manifestó en El Periódico de España que el meloncillo, conocido como mangosta, es un animal peligroso para la ganadería que ataca a los corderos pequeños. "Tanto es así que en las parideras hay que encerrar al ganado en corrales para que no pueda entrar el meloncillo", aseguraba.

La población de este pequeño mamífero carnívoro se ha multiplicado considerablemente en esta comunidad y ha puesto en guardia a los ganaderos y el gobierno el gobierno de Extremadura ha intervenido. El pasado mes de febrero se decidió autorizar la caza de meloncillos, si bien con limitaciones, al considerar que este animal causa graves daños al ganado. 

Tras ella, ha sido Andalucía la que ha tomado cartas en el asunto y este mes ha activado una serie de medidas destinadas a controlar la población de este animal, además de por el daño que pueda causar a la ganadería, por el que pueda infringir "en poblaciones silvestres de otras especies", según informaba  la Consejería de Sostenibilidad, Medio Ambiente y Economía Azul.

Organizaciones ecologistas y naturalistas han reaccionado a estas decisiones a las que no encuentran ninguna justificación, como confirmaba David Prado, portavoz de la Sociedad Zoológica de Extremadura, en un artículo de la revista Quercus.

"Si hay un animal con mala fama en nuestros campos, ese es el meloncillo (Herpestes ichneumon), maltratado por los medios sensacionalistas y objeto de mil y una leyendas que poco o nada tienen que ver con la realidad. El hecho de que sea uno de los pocos mamíferos diurnos y por lo tanto relativamente fácil de ver, y que sus pupilas horizontales e iris ambarino le hayan hecho ganarse el apodo de “pequeño demonio” o su aspecto “poco atractivo” en comparación con ginetas, tejones o garduñas , han motivado un rechazo injustificado y un ensañamiento especial con esta especie autóctona", escribe Prado. 

Espacio Eco
Un proyecto de Ecoembes

Y termina instando a la Junta de Extremadura a que les "hagan llegar los estudios actuales en los que sí lo han hecho, así como los datos de pérdidas económicas en el sector ganadero producidos por la especie que justifican esta medida".