Análisis: el gran peligro que puede suponer para Blanca Paloma el orden de actuación en Eurovisión

Blanca Paloma llega a la final de Eurovisión 2023 como una de las grandes favoritas, según las casas de apuestas, para lograr el codiciado micrófono de cristal. La representante española, que sorprenderá este sábado a toda Europa con su fusión de flamenco, bulerías y elementos electrónicos, está actualmente situada en el quinto lugar entre los apostantes con cuotas que van de los 17 a los 31 euros en caso de victoria. Suecia, Finlandia, Francia y Ucrania se sitúan, de momento, en cabeza. 

La ilicitana tendría así al alcance de su mano lograr otra gran posición para España tras el tercer puesto de Chanel en la pasada edición, aunque la mecánica del festival podría jugar en contra de sus opciones. El pasado sábado, tras su segundo ensayo individual, Blanca Paloma participó en el sorteo del bloque de actuaciones de la gran final. Hasta 2013, el orden en el que los cantantes cantaban sobre el escenario del festival venía predeterminado por el azar. Los representantes extraían de una urna el número que suponía su posición de salida en la gran gala. 

Para blindar el vibrante desarrollo del show y evitar, por ejemplo, que tres baladas compitieran de forma seguida, los productores del festival determinaron hace diez años que a partir de entonces sólo se sortearía si los representantes actúan en el primer bloque de la final o en el segundo. Es decir, si lo hacen entre el 1 y 13 o entre el 14 y el 26. El orden exacto de dichas mitades es diseñado posteriormente por los responsables en función de diversas variables, como estilo de canción, sexo del artista o, incluso, tiempo y dificultad para montar la escenografía. Aunque no se reconoce, la condición de favoritos de algunas candidaturas también influye en dicho reparto. 

Desde entonces, a España le ha tocado cinco veces actuar en el primer bloque y otras cinco en el segundo. En el sorteo de este sábado en Liverpool, sede del festival, a Blanca Paloma le tocó cantar en la primera mitad. Tradicionalmente, se tiende a pensar que los artistas que actúan en el segundo bloque salen beneficiados ya que la audiencia tiende a retener en su memoria las últimas actuaciones que ha visto. De hecho, un gráfico elaborado por eurofans advierte de esta tendencia: los seis primeros artistas que cantan al principio de la noche apenas tienen votos del público, mientras que el pico de puntos del televoto se encuentra entre aquellos temas que participan en la parte final del show. Entre los jurados también hay una similar tendencia, aunque en este caso la diferencia es menos notable.

Dentro del primer bloque, los participantes que cantan en los últimos puestos (entre el 9 y el 13) tienen, en general, más apoyo del jurado y del televoto. De hecho, todos los ganadores del festival que han cantado en esta franja lo han hecho desde estas posiciones de salida.

¿Cuál será el puesto de actuación de Blanca Paloma?

Dada la condición de favorita de Blanca Paloma, todo haría indicar que la española actuaría al final de esa primera mitad de igual manera que Chanel fue situada en el puesto 10 el año pasado. Sin embargo, el azar también ha querido que las favoritísimas Suecia y Finlandia hayan recaído en este bloque, al igual que la candidatura francesa, actualmente en tercer lugar en las apuestas. 

Esto hace que cuatro de los cinco favoritos para ganar Eurovisión 2023 cantarán en el primer bloque de la noche. La excepción es Ucrania, que lo hará el puesto 19 tras fijarse su posición de salida mediante sorteo directo dado su condición de coanfitrión este año. ¿Cómo organizará la UER, ente organizador del certamen, tal apelotonamiento de favoritos? ¿Puede eso afectar a las opciones de Blanca Paloma?

Es presumible que Finlandia y Suecia canten al final de ese primer bloque dada su condición de grandes favoritos, aunque tampoco lo harían de forma seguida. Entremedias podrían situar a otros países como España, Francia o Italia, dado que son un gran granero de audiencia para el festival. Pero si eso ocurriera, Blanca Paloma tendría altas opciones de actuar antes o después de la sueca Loreen o el finlandés Käärijä, algo muy peligroso si tenemos en cuenta la gran expectación que generan sus candidaturas. Es decir, su actuación podría quedar eclipsada y eso afectar a sus posibilidades. 

Por tanto, también podría ser beneficioso salir antes para evitar la competencia directa con Suecia, Finlandia o Francia en el orden de actuación. Sin embargo, y dada la tendencia mostrada en el gráfico, no sería bueno para la delegación española actuar entre los cinco o seis primeros. ¿Tal vez hacerlo en séptimo u octavo lugar?

En todo caso, cabe recordar que Blanca Paloma se ha ganado a pulso su lugar entre los favoritos y que ella es también una amenaza para el resto de contrincantes. Además, el festival es tan imprevisible que la turca Sertab Erener ganó el concurso en 2003 actuando en cuarto lugar.