7 gestos por los que pareces muy desagradable para los demás

7 gestos por los que pareces muy desagradable para los demás

Es muy importante controlar el lenguaje corporal. 

Un hombre frunciendo el ceño.Getty

Los gestos corporales hablan de las personas. Un movimiento compulsivo de manos denota nerviosismo, mientras que una postura demasiado rígida habla de lo incómodo que puedes sentirte en un entorno o con determinadas personas.

La comunicación no verbal es un idioma propio que incluye gestos y expresiones faciales con las que los que tienes a tu alrededor hacen una radiografía de tu persona e incluso pueden sacar conclusiones precipitadas sobre tu forma de ser. Para que no des señales erróneas y parezcas demasiado desagradable, hay ciertas posturas que debes evitar a toda costa. 

Fruncir el ceño o poner los ojos en blanco

Tanto fruncir el ceño como poner los ojos en blanco pueden inquietar a la persona que tienes delante, aunque tus intenciones no sean esas. Una sonrisa, sin ser demasiado forzada, es la mejor forma de entrar con buen pie en una conversación y parecer agradable a tu receptor. 

Mirar muy fijamente o apartar la mirada

Muy común en niños, apartar la mirada denota inseguridad y timidez en personas adultas e incluso puede parecer que estás intentando ocultar algo. Una situación similar sucede cuando miras fijamente a otro, puede creer que lo estás examinando. 

Mirar mucho el reloj

Hay quienes no pueden evitar mirar el reloj frecuentemente cuando están teniendo una conversación. Esto incomodará a la otra persona, mas si esta está contando una historia que a su parecer es interesante. Quien mira la hora de forma compulsiva parece impaciente e irrespetuoso. 

Acercarte demasiado a los demás

Bien es sabido que todo el mundo necesita su propio espacio vital, pero hay gente que no lo respeta. Si eres de los que hablas prácticamente a la boca de otra persona, vas a parecer algo amenazador. Guardar la distancia hace ver que respetas a los demás. 

No controlar los brazos

Cruzar los brazos crea una pequeña separación entre tú y los demás. Si no quieres parecer demasiado hostil y cerrado, es recomendable que dejes de hacer este gesto si lo realizas frecuentemente.