50 años de 'Carrie': la historia de terror que Stephen King tiró a la basura y terminó cambiando su vida y la de muchos
Medio siglo después la obra que catapultó al escritor estadounidense sigue siendo uno de los referentes de las historias de terror. Ignacio Sacaluga, director de cine, asegura que la novela puso "el foco en el terror psicológico y los horrores cotidianos".
Con el permiso de Carlos Gardiel, 50 años no es nada y si no que se lo digan a Carrie, la obra que llevó al estrellato a un Stephen King y antes de que se animara a contar su historia decidió tirarla a la basura. Para suerte de él y de todos sus lectores, acabaría viendo la luz y se acabaría convirtiendo en uno de los libros de terror más influyentes de la historia.
El prestigioso escritor estadounidense decidió tirar a la basura las primeras páginas a medio escribir. Creía que era algo impublicable y no estaba cómodo con las primeras líneas que había trazado. Pero, finalmente, gracias a su mujer, Tabitha King, que lo recuperó del cesto y sirvió como punto de inflexión para ponerse manos a la obra.
Una obra que empezó en la basura
En un primer momento, Stephen King, según contó en su prólogo publicado con posterioridad, en 1999, tenía pensado publicar un texto rápido en una revista para hombres con la que colaboraba habitualmente. Buscaba ganar dinero rápido, ya que Tabby (Tabitha) y él necesitaban hacer la compra y pagar el alquiler.
Desde el lavadero de su pequeña caravana, el escritor diseñó los primeros trazos de lo que sería Carrie. Redactó a máquina un primer borrador que ocupaba toda la hoja. Él mismo explicó en el escrito publicado dos décadas después de que viera la luz la obra que usaba todo el espacio de la hoja de papel para no desaprovecharlo y gastar más dinero.
Después de rellenar dos páginas de la historia en la que llevaba pensando desde 1972, una sobre una joven con poderes telequinéticos, a King le vinieron los fantasmas de las dos personas en las que se había basado para desarrollar una novela que persiste en la memoria de millones de personas.
Aunque no quiere dar nombres, el escritor explicó que había usado como referencia a dos jóvenes que sufrieron diferentes abusos por parte de sus compañeros. Una de ellas, con 14 años, "regordeta" y que solía ir a la clase de un colegio rural "con la misma ropa", recibió numerosos tratos vejatorios de sus compañeros. La otra joven vivía en una familia tan religiosa que la gente mantenía la distancia con ella. Vestía "anticuada" y sufría ataques de epilepsia.
El desenlace de ambas fue trágico y de ahí que King pensara en ellas. Ninguna de ellas llegó a los 30 años ni acabó la educación secundaria. La primera, se ahorcó en sótano de su casa y la segunda, murió durante un ataque de epilepsia.
El escritor estadounidense reconoce que mientras escribía la historia tuvo que parar, pensar en lo que había puesto sobre el papel y, finalmente, optó por tirar las primeras hojas a la basura e irse al salón a ver la televisión.
El papel de "Tabby"
Sin Tabitha, igual Stephen King no habría sido el prestigioso autor de novela de terror que es hoy en día. Su mujer le preguntó que qué había hecho durante todo ese rato. Él reconoció que había empezado un nuevo relato, pero que lo había tirado a la basura.
Tabby se acercó a aquel lavadero y salvó el inicio de una obra que les cambiaría la vida por completo. "Sacó las hojas de la papelera, sacudió la ceniza de tabaco, las alisó, las leyó y me sugirió que siguiera", explicó años más tarde King.
Unos hechos que destaca Margaret Atwood, la autora de El cuento de la criada, en el nuevo prólogo publicado en la edición especial del 50 aniversario de la obra que la editorial Penguin Random House ha lanzado este año. "King arrugó aquellas escasas hojas y las tiró a la papelera. pero su mujer, Tabitha, las rescató, las alisó, las leyó y convenció a King de que siguiera adelante con la historia", señala.
El escritor hizo caso a las recomendaciones de su mujer y continuó con la novela. El 5 de abril de 1974, Carrie acabó viendo la luz. Desde hace medio siglo, millones de personas han decidido embarcarse en una historia sin regreso que supuso un punto de inflexión en el género.
Los guiños a la nueva forma de feminismo
Sin querer revelar el análisis que Margaret Atwood hace de Carrie, la autora de El cuento de la criada resalta un detalle que es rompedor para una obra de los 70. Se trata de una novela de terror, pero hay algo más que sobrevuela la historia de Carrietta White, la protagonista.
Para la escritora, se trata de un libro que se acaba sumergiendo "en el inconsciente colectivo de su tiempo y su sociedad". Y ahí surge una figura femenina con poderes, algo que ve como un claro guiño feminista de la época al poner en primer plano la lucha por los derechos de la mujer.
Margaret Atwood destaca que King escribió Carrie a principios de los años 70, cuando había explotado la segunda gran ola del movimiento feminista. "El propio King ha dicho que él era consciente (del par de guiños), no sin cierto nerviosismo, de las implicaciones de eso para los hombres de su generación", señala.
Pero la autora canadiense también se queda con otro detalle que ha marcado la obra para siempre. Destaca que el escritor estadounidense ha sabido desde sus comienzos contar el verdadero terror en sus novelas y no, no tiene que ver con monstruos o poderes telequinéticos, tiene que ver con contar el verdadero terror: "la pobreza y el abandono, y el hambre y los abusos muy reales que existen hoy en Estados Unidos".
"Una pócima basada en dos ingredientes"
Ignacio Sacaluga, director de cine, profesor Titular en Comunicación Audiovisual y Publicidad de la Universidad Europea, explica que el terror ha cambiado tanto "como la propia capacidad de transformación que tienen nuestros miedos". "Carrie ha dejado una huella en la forma y fondo de generar terror. Una pócima basada en dos ingredientes principales: el terror psicológico y la adolescencia, pero con temas potenciadores del sabor como el acoso escolar, la represión o la venganza", señala.
El experto asegura que la primera obra de King ha sido un punto de inflexión, como también lo fue Frankenstein de Mary Shelley. "Carrie maceraba una nueva dimensión del género poniendo el foco en el terror psicológico y los horrores cotidianos", apunta.
"La adaptación cinematográfica de Carrie no solo popularizó las historias de terror basadas en personajes femeninos complejos, sino que también abrió el camino para futuras adaptaciones de las obras de Stephen King, inspirando al mismo tiempo a otros muchos creadores", destaca.
Ignacio Sacaluga pone en valor cómo el escritor estadounidense demostró "su habilidad para combinar lo sobrenatural con problemas humanos reales, creando personajes tridimensionales y situaciones que resuenan emocionalmente". "No olvidemos que en el género del terror, cuanto más cercano esté a circunstancias cotidianas, más imponente es su efecto. La capacidad de Carrie para explorar los miedos más profundos del ser humano y convertir experiencias cotidianas en narrativas aterradoras ha dejado huella", razona.
El caso de Carrie refleja a la perfección lo que es el bullying en el colegio, en su caso, en la Escuela Secundaria Ewen, pero también el mal en casa, con una madre. Ella usa un modo totalmente distinto de tomarse la justicia por su mano a través de la fuerza mental. Una forma de reaccionar ante tantas injusticias que estaba viviendo, devolviendo uno por uno todos los golpes recibidos.
Seguro que hay alguna que otra persona que no sabe nada de una historia que ha cumplido este año su 50º aniversario, pero, sin ánimo de hacer spoilers, la primera obra de Stephen King se convirtió en una obra maestra del género de terror y fue el pistoletazo de salida a una carrera gracias a la que cada Halloween, las casas y calles de diferentes partes del mundo se llenan de disfraces que un día salieron de la imaginación de un autor único.