Crisis de los cuarenta y sus cuarenta razones

Crisis de los cuarenta y sus cuarenta razones

Llegado a este punto puedes ponerte filosófico o tomártelo con filosofía, que no es lo mismo. Hazme caso y tómatelo con filosofía, con ligereza, y poco a poco vete haciendo los ajustes necesarios que tu vida precise. Pero sobre todo mejora, no dejes que esta crisis pase sin pena ni gloria.

GTRESONLINE

crisis.

(Del gr. κρίσις).

2. f. Mutación importante en el desarrollo de otros procesos, ya de orden físico, ya históricos o espirituales.

Pues sí, había oído hablar de la crisis de los cuarenta. Y vaya si es una crisis. No se si irá contigo, pero si ya estás deambulando por la cuarta década de tu vida, te invito a leerme aunque sólo sea por eso de que "cuando las barbas de tu vecino veas cortar...".

A mí, la crisis de los cuarenta me llegó con el cumpleaños número cuarenta y seis, más cerca de los cuarenta y diez que de los cuarenta. Y me llegó con importantes terremotos pero también con interesantes notas de color, siendo lo más visible mi transición de abogado con interés en la filosofía a filósofo que trabaja como abogado con cuenta en Twitter.

Puedes imaginar las bromas que tengo que aguantar sobre mi crisis y por ello me animo a hacerlo más público si cabe. ¡No estamos solos, nunca!

Si sigues ahí, lo más importante es saber si a ti también te ha llegado la hora y para eso nada mejor que revisar si las cuarenta razones que comento abajo tiene algo que ver contigo.

Si te ves muy reflejado y te sonrojas de forma inaguantable, puedes olvidar este artículo y pensar que aunque está basado en hechos reales cualquier parecido con la realidad es pura coincidencia.

Si de pronto te levantas de tu asiento y te visualizas en frente del mundo diciendo "Mi nombre es X y tengo la crisis de los cuarenta", felicidades. Te has enfrentado a la realidad antes de que la realidad se enfrente a ti.

En cualquier caso, cualquier crisis es un buen momento para cambiar tu vida y, mucho más, para cambiar la forma en la que te enfrentas a tu vida, redefiniendo lo que realmente importa, para acometer de forma saludable los años que quedan.

Llegado a este punto puedes ponerte filosófico o tomártelo con filosofía, que no es lo mismo. Hazme caso y tómatelo con filosofía, con ligereza, y poco a poco vete haciendo los ajustes necesarios que tu vida precise. Pero sobre todo mejora, no dejes que esta crisis pase sin pena ni gloria.

Tomándomelo con filosofía, sonreí al encontrar un cuestionario en el tabloide británico The Daily Mirror, que con algunos cambios incluyo aquí. Si tu inteligencia se siente insultada por la fuente, no mates al mensajero y te recomiendo El existencialismo es un humanismo de Jean Paul Sartre pero, ¡no se te ocurra leerlo si sacas de 31-40 puntos en el cuestionario!

Así que te dejo con las cuarenta razones para que sumes cuantas de ellas se aplican a tu vida, y en base a los resultados comentamos los siguientes pasos:

1.- Estás pensando en simplificar tu vida seriamente. ¿Cuidar ovejas?

2.- Sigues yendo al Festival de Benicassim o de Chill-out a Ibiza.

3.- Buscas a tus novios o novias de juventud en Facebook.

4.- Te das cuenta de que con lo que ganas nunca pagarás tu hipoteca.

5.- Entras en Twitter para parecer más 2.0 y te sorprendes de casi todo.

6.- Recuerdas con melancolía tu niñez y adolescencia.

7.- Vives tu realidad virtual y discusiones con WhatsApp como un adolescente.

8.- Te compras una bici, una moto o equipamiento deportivo que no usarás.

9.- De pronto quieres aprender a tocar un instrumento.

10.- Te preocupa que se te caiga el pelo.

11.- Te enrolas en nuevas clases y aficiones.

12.- De pronto quieres contribuir a un mundo mejor.

13.- Miras con nostalgia lo guapo que eras de joven.

14.- Piensas lo peor si te llama tu padre a una hora intempestiva.

15.- Vas a los conciertos de grupos de los 70 y 80.

16.- De pronto empiezas a escuchar música y a ver cine independiente.

17.- Visitas de nuevo destinos vacacionales de la niñez.

18.- Empiezas a no creer que podrás jubilarte algún día.

19.- Lees con interés las esquelas mortuorias.

20.- Comparas obsesivamente tu imagen con otros de tu edad.

21.- Te tiñes las canas, si te queda pelo.

22.- Dejas de decirle a la gente tu edad.

23.- Sueñas con dejar tu trabajo pero sabes que no puedes.

24.- Tomas vitaminas para estar más fuerte.

25.- Te enamoras con frecuencia y te olvidas de tu familia.

26.- Quieres cambiar de amistades pero los nuevos amigos no son tan buenos.

27.- Piensas en dejar el trabajo y dirigir una casa rural o un restaurante.

28.- Empiezas a salir con gente mucho mas joven que tú.

29.- Miras tus síntomas médicos en internet.

30.- Piensas en volver a la Iglesia o ser bueno pero nunca lo haces.

31.- Ves que todos los políticos y los jefes son siempre más jóvenes que tú.

32.- Piensas en trasplantes capilares o cirugía estética.

33.- Te enrolas en una ONG o adoptas animales.

34.- No duermes bien pensando en temas profesionales.

35.- Las resacas son cada vez peores y duran más de un día.

36.- Los pantalones, chaquetas y camisas empiezan a encoger.

37.- Te preocupa que alguien más joven te quite el trabajo.

38.- Comienzas a hacer un deporte de riesgo.

39.- Cada vez te importa menos la etiqueta y los convencionalismos.

40.- Ya sólo lees libros en vacaciones.

Eso es todo amigo. Bueno, suma ahora tus resultados y te digo cómo vas.

0-10 Deja de leer estas cosas, eres o estás demasiado joven para entender lo que digo.

11-20 Creo que no te estas tomando en serio esto de hacerte viejo. ¿¡ No te das cuenta que vas a MORIR!?

21-30 Aquí estamos casi todos. Preocupados pero sin llegar al ataque de nervios.

31-40 ¡Eh! vamos a calmarnos un poco. Si puntúas a este nivel te digo que a este paso no vas a llegar a viejo.

Estés donde estés en estos cuarenta que nos ocupan, tómatelo con calma, vete a tomar algo con gente de tu edad, pero sobre todo disfruta y saca lo mejor de esta posibilidad que tienes de tener una vida mejor. O mejor dicho, de poder ver la vida de una forma mucho más auténtica, porque como decía Marcel Proust:

"El verdadero viaje de descubrimiento

no consiste en

buscar nuevos territorios sino en

verlos con nuevos ojos"