El mercado legal del juego online comienza en España
Aunque han logrado la satisfacción de ver pagar impuestos a sus competidores foráneos, su posición inicial es débil, ya que carecen de base de clientes.
Por fin, el regulador del juego ha concedido las licencias el 1 de junio, y queridos todos: ¡¡¡Tómbola!!! Nada menos que 50 licencias. Eso sí, para las empresas internacionales de juego que venían operando en el mercado español desde países o paraísos fiscales como Gibraltar, la cosa les ha salido cara.
En un procedimiento de urgencia, iniciado y concluido en tiempo récord (espero que esta celeridad siga en claros ámbitos de fraude), Hacienda ha utilizado su brazo armado, la Oficina Nacional de Investigación del Fraude (ONIF), para plantearles el dilema: "O regula usted la situación fiscal de su operativa en España, de acuerdo a normas del periodo franquista, o habrá que ver cómo se interpreta la cláusula de la Ley de Juego de 2011 de estar al corriente de las obligaciones fiscales para obtener licencia".
¿Qué ha ocurrido? Pues que han pasado por caja, y el Estado español se ha embolsado más de 100 millones de euros en impuestos atrasados del juego.
Bwin, el flamante anunciante de las camisetas del Real Madrid, abrió el juego con un acuerdo de 33 millones, seguido por Mi Apuesta con 17 millones, Betfair con 10... y esto para las empresas que, como operadores cotizados en bolsa, tienen que hacer públicas sus cifras como Hecho Relevante ante la autoridad bursátil. También han llegado a un acuerdo el resto de las ".com" del juego, con lo que el pastel es jugoso para Hacienda.
¿Merece la pena pagar estas cantidades? Las casas matrices pensarán que sí, cuando lo hacen, pero a mí me asaltan dudas. Creo que Bwin va obligado, ya que su contrato con el Real Madrid tiene un año más de vigencia y decidir salirse ahora era tirar a la basura la gran inversión que han realizado en creación de marca hasta la fecha. El caso de Miapuesta, con su web cerrada por orden judicial hasta la concesión de las licencias, lo veo negro: deberá esforzarse en recuperar rápidamente a sus clientes anteriores, que los principales competidores han chupado durante su cierre. Betfair operará con un modelo tradicional, no con el modelo de intercambio de apuestas donde ejerce un monopolio absoluto, por lo que veremos si sus cuotas siguen siendo atractivas. Bet365, Lbapuestas (Ladbrokes) y William Hill apuestan fuerte por la publicidad en medios.
¿Y los provenientes del juego presencial? Aunque han logrado la satisfacción de ver pagar impuestos a sus competidores foráneos, su posición inicial es débil, ya que carecen de base de clientes y conseguir estos registros será su reto. La primera duda es si están técnicamente preparados, y yo apuesto por Codere y por Cirsa, gigantes de origen español con fuerte implantación internacional, que aunque tienen retos financieros en su balance, ya operan presencialmente y por tanto tienen mucho camino recorrido. El salto de los grupos de Casinos regionales al juego online será mucho más complicado y deberán plantearse si la especialización es un camino a seguir. Casinos del Nervión lo podría hacer muy bien con las apuestas de carreras de caballos por su experiencia en el mercado vasco con Hipodromoa, un éxito. Mi apuesta personal es por Casinos del Mediterráneo, porque creo que tienen las cosas claras y un gran equipo para llevarlas a cabo, aunque quizás sean demasiados retos a la vez.
¿Y la fiscalidad? Para las casas está clara y contemplada en la ley, una barbaridad que hará que las cuotas que se ofrezcan a los jugadores sean poco atractivas. El lío viene con la tributación de las "ganancias" de los jugadores, y la frase de la ley que señala textualmente que "las pérdidas del juego no son deducibles fiscalmente". Esta frasecita lleva a plantearse a muchos jugadores, vamos a decir habituales, qué pasa cuando han realizado 100 apuestas, ganado 40 y perdido 60. ¿Tienen que pagar impuestos por las ganancias y olvidarse de las pérdidas? ¿Incluso si lo ganado representa 1.000 € y lo perdido 2.000 €? Obviamente esta interpretación atenta contra el principio del Impuesto de la Renta de las Personas Físicas (IRPF) que grava "ganancias reales" y en ningún otro país con el juego online regulado existe esta interpretación. Pero eso sí, lo que se dice aclarar Hacienda no aclara nada al respecto, sembrando confusión y desasosiego en el sector.
¿A quién beneficia esta incertidumbre fiscal? A los que ya operan no, pero quizás la situación mejore cuando empiecen a operar las presenciales y el sector unido plantee la necesidad de solucionar este tema.
¿Y qué pasará después del boom inicial? Pues que no ha habido boom inicial, las primeras cifras extraoficiales de los primeros días son sumamente desalentadoras y no hace falta ser muy visionario para esperar un camino lleno de cadáveres dentro de seis meses, no creo que ni el 50% de los licenciados comience a operar. Además, el mercado da para 5-6 operadores de apuestas, 3-4 de póker y alguno especializado. El resto dejarán un bonito concurso de acreedores.
Está claro que los operadores apuestan por España, ¿acertarán en la apuesta? Lo dudo.