América Latina: augurios de repunte en 2017 pese a la incertidumbre
Todos los pronósticos coinciden en señalar que la economía latinoamericana mejorará considerablemente en 2017, creciendo en un entorno del 1,5%. También coinciden en que la incertidumbre es la descripción más precisa para el momento que transita una economía global que presenta demasiadas incógnitas como para asegurar los pronósticos más o menos certeros.
Centro financiero de Rio de Janeiro, Brasil (Foto: iStock).
Todos los pronósticos coinciden en señalar que la economía latinoamericana mejorará considerablemente en 2017, creciendo en un entorno del 1,5%.
Pero coinciden también en que la incertidumbre es la descripción más precisa para el momento que transita una economía global que presenta demasiadas incógnitas como para que aquellos que hacen pronósticos más o menos certeros, tengan la valentía de asegurarlos.
Veamos algunos de los datos de la realidad internacional que afectan la ecuación de crecimiento económico regional.
Las amenazas proteccionistas que se proyectan desde la próxima administración estadounidense con un arancel general, aún por definirse, sumadas al aumento de las tasas de interés por parte de la Reserva Federal estadounidense y el precio del dólar con una tendencia alcista en el mercado, no parecen favorecer los servicios del endeudamiento externo, ni las exportaciones latinoamericanas, sobre todo a las que se dirigen al mercado estadounidense.
Recientemente, un informe de Moody's, la agencia de calificación de riesgo, reafirmó la firme intención -manifestada durante la campaña electoral del presidente electo Donald Trump-, en cuanto a renegociar los acuerdos comerciales de los Estados Unidos con China, Canadá y México, principales socios comerciales de la primera potencia económica del mundo .
En ese sentido, indicó que se pretende imponer aranceles severos a las importaciones de determinados países para obtener concesiones sobre los actuales acuerdos comerciales En consecuencia, Moodys's estimó que todas aquellas políticas que interrumpan el flujo de bienes y servicios entre Estados Unidos y sus socios comerciales afectarán de forma negativa a los sectores automotor, de hidrocarburos y tecnología.
La 'mano dura' de Trump con los acuerdos comerciales tendrá un efecto beneficioso para las industrias estadounidenses que estén en fuerte competencia con las importaciones, como los subsectores del acero y las manufacturas, algo que no afectaría grandemente a los países de América del Sur, salvo Brasil, pero que sí tendría un efecto importante en las cadenas de valor vinculadas a Mexico.
Así las cosas, muchos ojos sudamericanos apuntan a fortalecer el comercio con China, a pesar de la caída de un 15% de la demanda del gigante asiático por los productos primarios de la región.
En efecto, el mes pasado el presidente chino Xi Jinping intervino ante el Congreso peruano, fue escoltado por la guardia de honor en Santiago de Chile y aprovechó su asistencia a la cumbre del Foro de Cooperación Económica Asia-Pacifico (APEC) en Lima para promocionar pactos comerciales con la región respaldados por China.
Entre los países del sur se han destacado las gestiones al más alto nivel de Argentina y Uruguay por profundizar vínculos comerciales y de inversión con China y Bolivia continuó consolidando su relación privilegiada con el país asiático.
Contemporáneamente, el gobierno chino divulgó un plan estratégico que fija ambiciosas metas para expandir su influencia global e inaugurar "una nueva era" en las relaciones entre China y América Latina.
El documento de 11 páginas difundido por los medios estatales envió un mensaje claro: China se concentrará más en América Latina y tiene un plan metódico para lograrlo.
Es que en realidad, China es o el principal o el segundo socio comercial de la mayoría de los países sudamericanos exportadores de materias primas y tiene ahora interés de invertir en la asociación productiva con empresas de la región, algo que va más allá de la tradicional vinculación comercial.
Por otro lado, el mercado europeo, con un tenue crecimiento del 1 por ciento para 2017, comparado con la proyección estadounidense de 2,5 %, no parece ofrecer una alternativa de que contribuya a cambiar radicalmente la ecuación comercial de la región.
En este contexto, Perú, Argentina y Colombia son los países de América Latina que más van a crecer en 2017, según un promedio de las estimaciones realizadas por cinco referentes importantes de Wall Street: JPMorgan, Bank of America Merrill Lynch, Citigroup, Goldman Sachs y Morgan Stanley.
En el primer caso, se trata de una ratificación de que sigue siendo el país más pujante de la región. Peru superara el 4% en 2017, mientras que Argentina, tras años de desaceleración, el pronóstico al que se suma el Banco Mundial, estima un crecimiento cercano al 3%.
Brasil, por su parte, tras la recesión más profunda de su historia reciente, crecería un 0,9 por ciento, lo cual podría rencauzar el equilibrio macroeconómico en la economía más importante de la región.
Además de Brasil y Argentina, otros países miembros de FONPLATA, como Paraguay y Bolivia, registrarán un crecimiento cercano al 4% en 2017, mientras que Uruguay superaría el 1%, de acuerdo a la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), de las Naciones Unidas.
En este escenario, y con operaciones financieras que en 2016 superaron los 300 millones de dólares (USD), FONPLATA seguirá apoyando un crecimiento con inclusión social, priorizando la cooperación con entidades locales, en áreas de frontera, con iniciativas que lleven el desarrollo cada vez más cerca de la gente que más lo necesita. (FIN)