Brexit: el retorno de la momia
Gran Bretaña ha votado salir. Se ha optado por señalar con el dedo al de al lado en lugar de asumir responsabilidades propias. La hostilidad a la inmigración, la utilización de esta por parte del centro-derecha y el deficiente suministro de servicios públicos derivados de la austeridad han llevando al país y a Europa a un retroceso económico, social y cultural histórico propiciado por los más veteranos de la sociedad británica.
Foto: EFE
Gran Bretaña ha votado salir. Se ha optado por señalar con el dedo al de al lado en lugar de asumir responsabilidades propias. La hostilidad a la inmigración, la utilización de esta por parte del centro-derecha y el deficiente suministro de servicios públicos derivados de la austeridad han llevando al país y a Europa a un retroceso económico, social y cultural histórico propiciado por los más veteranos de la sociedad británica.
Que se espera en Reino Unido a partir de ahora?
David Cameron había asegurado su supervivencia política a través de un acuerdo con otros líderes de la Unión Europea que estarían dispuestos a aceptar algunas concesiones para acomodar al Reino Unido. En caso de que los británicos hubieran elegido quedarse en la UE, se garantizaba un estatus especial para la permanencia de Gran Bretaña. Sin embargo, el órdago se le fue de las manos a Cameron. Los votantes sénior no querían hablar de futuro, sino de pasado.
Algunos de los asuntos a tener en cuenta a partir de ahora serán:
La integridad territorial de Reino Unido: Escocía o Gibraltar ya habían anunciado su intención de permanecer en Europa si el Brexit se producía. Se prevén referendos a nivel interno para dirimir estas cuestiones.
Golpe a los mercados financieros: La bolsa ya esta cayendo a niveles históricos. La confianza de los inversores se verá gravemente dañada a ambos lados del Canal de la Mancha. La gran industria de servicios financieros de Gran Bretaña quedará excluida en el medio plazo de los mercados europeos. Posiblemente, muchas empresas y multinacionales se mudaran a Frankfurt.
De vuelta a la edad media de los mercados de trabajo: el impacto que tendrá el Brexit en el mercado laboral Británico y europeo será muy profundo, ya que tanto los trabajadores extranjeros entrantes como los jubilados británicos salientes -que en España son un millón aproximadamente- tendrán mucho mas difícil la movilidad geográfica, lo cual provocará un aislamiento de Gran Bretaña.
Depreciación de la libra: ante la más que probable pérdida de competitividad de las empresas británicas, se tendrá que ajustar el precio de de la moneda para poder competir a nivel internacional. El comercio se verá afectado y las negociaciones para el TTIP posiblemente se estanquen y queden en vía muerta.
La previsión para la Unión Europea.
Habrá que repensar las vidas económica, social y política, diplomática y cultural de la UE, porque el Brexit dejará un hueco difícil de compensar en la UE a todos los niveles.
Tal vez el mayor riesgo para la UE sería un contagio político en otros países al haber optado por parar la integración Europea, obstaculizar la libre circulación y favorecer el aumento de la hostilidad hacia la inmigración -tanto a causa de la inmigración desviada como a causa del impacto de las políticas que se impondrán en el Reino Unido-. En esta línea, la inmigración y la seguridad serán un factor en las elecciones presidenciales de Francia en 2017, donde sin duda serán temas de la campaña.
En cualquier caso, el miedo, la xenofobia y la percepción de inseguridad de algunos políticos asustaviejas británicos han generado una política a medida solo los sectores sénior que vigilan detrás de la puerta y que hará que el país vuelva -y empuje a Europa- a más Edad Media, más desconfianza y, sin duda, más odio al extraño. En el mejor de los casos, el país se estancará a nivel económico, social y cultural.
La Unión Europea, por su parte, llevaba demasiado tiempo jugando con fuego y ha pagado cara la austeridad, la ausencia de una solución común para la crisis migratoria, los recortes en servicios públicos y la solución griega. Los líderes europeos no tienen otro camino que dar un giro de 180º y reforzar el modelo social y de solidaridad "Unida en la diversidad" si no quieren afrontar su desaparición en un plazo aún más corto de lo esperado.