Capítulo I: El novio
Se había prometido no llorar pero le fue imposible controlarse. Cuando la cremallera de la bolsa hubo bajado hasta el final, dejando completamente a la vista el cadáver de Mimosín, los ojos se le llenaron de lágrimas.
Se había prometido no llorar pero le fue imposible controlarse. Cuando la cremallera de la bolsa hubo bajado hasta el final, dejando completamente a la vista el cadáver de Mimosín, los ojos se le llenaron de lágrimas.
Llevaban sólo dos años viviendo juntos, pero él ya tenía claro que era el hombre de su vida. Bueno, o más bien, el osito de peluche de su vida. Ahora, la idea de que nunca más volvería a tenerle al lado en la cama, se le hacía insoportable.
Era tan suave se publica por entregas: cada día un capítulo. Puedes consultar el capítulo I aquí.