The Beatles: una extraordinaria lección de humildad

The Beatles: una extraordinaria lección de humildad

Dice Malcom Gladwell en Outliers que hacia 1964 The Beatles habían interpretado más de 1.200 conciertos. Así pues, ni saltaron a la fama instantáneamente ni su triunfo fue gratuito. Sus comienzos, como en el caso de muchísimas otras personas que han conseguido logros aparentemente increíbles, fueron humildes. Y su camino, como también es el caso de muchos otros triunfadores, estuvo plagado del auténtico y genuino esfuerzo.

Da la impresión de que últimamente el sueño de cualquiera, particularmente de los jóvenes, es crear un vídeo que genere millones de visitas para vivir de los contratos de publicidad que genere, o acudir a un programa de telerrealidad para convertirse en una celebrity instantáneamente. En este contexto quizá convenga volver la mirada a los orígenes de quienes probablemente puedan ser calificados como unas de las más influyentes celebrities de todos los tiempos: The Beatles.

A pesar de que el local actual es una reconstrucción, basta una visita a The Cavern, el lugar donde comenzaron a tener éxito, para experimentar una extraordinaria lección de humildad. El escenario es tan pequeño que cabría dos veces en un contenedor estándar, y desde donde ellos tocaban hasta la barra, que está al final, no hay mucha más distancia de la que ocuparían tres coches uno detrás de otro. Era un lugar tan escondido que hace falta bajar cinco tramos de escaleras para llegar al mítico lugar donde todo sucedió.

Aún más, Paul McCartney decía que era bueno que el público conociera aquél lugar, pero que era aún mejor que supieran de la existencia del Casbah, un local todavía más modesto que incluso ellos ayudaron a pintar. Cuentan que en su primer concierto allí, antes de convertirse en una de las más legendarias bandas de todos los tiempos, el ambiente era tan agobiante que se hacía difícil hasta respirar.

Dice Malcom Gladwell en Outliers que hacia 1964 The Beatles habían interpretado más de 1.200 conciertos. Así pues, ni saltaron a la fama instantáneamente ni su triunfo fue gratuito. Sus comienzos, como en el caso de muchísimas otras personas que han conseguido logros aparentemente increíbles, fueron humildes. Y su camino, como también es el caso de muchos otros triunfadores, estuvo plagado del auténtico y genuino esfuerzo, ese que es constantemente ninguneado por quienes piensan que es posible tenerlo casi todo sin hacer apenas casi nada.

MOSTRAR BIOGRAFíA

Escritor desde que tengo memoria, directivo durante buena parte de mi vida y siempre un alma intensa. Con el tiempo he ido acumulando gran cantidad de títulos y cargos de los que intento liberarme para ser yo mismo la mayor parte del tiempo. Escribo para aclarar pensamientos o para recordar cosas que considero importantes. A veces lo hago solo porque mis ideas desbordan lo que soy y necesito colocarlas en algún sitio. Pero sobre todo trato de dar sentido a lo que nos ocurre. Por eso soy feliz si alguien encuentra luz o calor entre mis líneas aunque, por fortuna, tengo muchas otras maneras de serlo. Lo que pondría en mi tarjeta de visita, si tuviera una, sería Director Creativo.