¿Las aplicaciones para ligar tienen algo que ver con el aumento de las ETS?

¿Las aplicaciones para ligar tienen algo que ver con el aumento de las ETS?

Cuando las autoridades sanitarias advierten una subida en el número de infecciones, descubrir el motivo de este auge se convierte en una de las prioridades. En algunos casos, como en el de los brotes de origen alimentario, el proceso es relativamente directo. Se identifica un elemento o un lugar, que se puede aislar, y la situación se acaba controlando. Pero, otras veces, la búsqueda del causante puede ser ardua como poco, especialmente cuando el problema es de naturaleza conductual.

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(Imagen: Sneksy via Getty Images)

Uno de los dilemas más delicados resulta ser el de las enfermedades de transmisión sexual, o ETS. En Canadá y en muchos otros países del mundo, en el periodo comprendido entre 2010 y 2013 se ha producido una subida significativa del número de casos. La tarea de descubrir por qué no paran de aumentar los casos de clamidia, gonorrea y sífilis presenta bastantes dificultades. Al fin y al cabo, explorar los aspectos más íntimos de la vida de una persona es de todo menos fácil.

Quizá por esa razón ha surgido una popular teoría que no se centra en las personas en sí, sino en sus teléfonos móviles. Varias aplicaciones como Tinder o Grindr han ido ganando popularidad a lo largo de los últimos años. Están diseñadas para facilitar el encuentro entre individuos de características similares; aun así, muchos las utilizan para encontrar un compañero sexual esporádico. Este objetivo específico lleva a los investigadores a pensar que las aplicaciones para ligar pueden tener algo que ver con el aumento del número de infecciones.

Esta afirmación, aunque pueda parecer razonable, ha generado muchas críticas. El año pasado, un estudio realizado a 26.000 individuos revelaba que los usuarios más habituales de estas aplicaciones —los millennials— son menos activos sexualmente que los pertenecientes a generaciones anteriores. Por no hablar de que las autoridades que han analizado los núcleos de las enfermedades han revelado que la situación es más compleja que una simple aplicación de un teléfono móvil. Aun así, sin pruebas concretas no puede haber ningún veredicto oficial al respecto de esta acusación.

Las aplicaciones para ligar podrían no ser tan culpables como se supone.

No obstante, es posible que la situación cambie gracias a un grupo de investigadores de Reino Unido que esperan descubrir si ligar por internet es el motivo del auge de las ETS. El estudio que están elaborando consiste en un análisis de actividad sexual en la era digital basado en la población. Las conclusiones sugieren que es posible que el contacto humano vía internet y las enfermedades infecciosas estén relacionados, pero las aplicaciones para ligar podrían no ser tan culpables como se supone.

El equipo aprovechó una encuesta canadiense, llamada Natsal (que hace referencia a las siglas de National Surveys of Sexual Attitudes and Lifestyles), que se llevó a cabo entre 2010 y 2012. En ella participaron más de 15.000 personas, por lo que podría calificarse de estadísticamente relevante. Aunque muchas de las preguntas eran irrelevantes para los autores del estudio de Reino Unido, hubo una pregunta que sentó las bases de su trabajo: "¿Has utilizado internet para buscar una pareja sexual en los últimos 12 meses?".

Las respuestas fueron bastante sorprendentes. Incluso en esta etapa inicial de la era del ligoteo por internet, casi 1 de cada 5 hombres y 1 de cada 10 mujeres habían recurrido a internet para buscar una pareja sexual esporádica. Sin embargo, la edad media de los usuarios de estas aplicaciones fue aún más reveladora: no eran millennials, sino miembros de la Generación X (nacidos entre los 60 y los 80).

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(Imagen: Bloomberg via Getty Images)

Llegados a este punto, los autores del estudio empezaron a profundizar para descubrir si el comportamiento de riesgo estaba relacionado con el romance online. Como se esperaba, las personas que utilizaban internet para ligar tenían más probabilidades de estar con múltiples parejas. Además, muchos de estos individuos tenían menos probabilidades de usar protección. Por último, y por irónico que parezca, estos individuos admitían estar preocupados por contraer una infección después de practicar sexo.

Esta extraña combinación de sexo sin protección y preocupación llevó a los investigadores a preguntarse si las aplicaciones para ligar habían provocado un incremento en el número de visitas a los centros de salud. Sin embargo, el único que ha experimentado una subida ha sido el número de pruebas de VIH. Al parecer, las demás enfermedades no suscitan tanta preocupación.

Aunque no haya aumentado la probabilidad de contraer una ETS, el riesgo siempre está ahí.

La etapa final del estudio consiste en analizar si existe una relación entre conocer a gente a través de internet y la aparición de ETS. Aunque el número de individuos que se hacen pruebas de ETS era mucho menor en comparación con la población total —alrededor de un 10% de todos los encuestados— se había producido un ligero aumento en el número de casos de ETS. Sin embargo, esto se aplica solo a los hombres; las mujeres tienen las mismas probabilidades de contraer una infección, tanto si conocen a sus parejas a través de internet como si no.

En general, los resultados indican que ligar a través de internet puede haber contribuido ligeramente al aumento de las ETS. Pero no pueden explicar el significativo crecimiento de las infecciones durante ese mismo periodo. También influyen otros factores de riesgo. Por desgracia, esto supone tener que indagar aún más en el comportamiento para averiguar qué es lo que está provocando este incremento.

Sin embargo, los autores de este estudio recomiendan a los usuarios de Tinder o de otras aplicaciones para ligar que siempre usen protección. Aunque no haya crecido la probabilidad de contraer una ETS, el riesgo siempre está ahí.

Este artículo fue publicado originalmente en la edición canadiense del 'HuffPost' y ha sido traducido del inglés por Lara Eleno Romero.

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