Las lecciones del 'Afram Island'
En la mezcla entre una generación de futbolistas que se pudo formar en mejores condiciones, un entrenador experimentado como Lagerbäck y la ilusión de un país por gritar 'Áfram Island' ("Adelante Islandia", en castellano) reside la clave de este éxito que ha llevado al conjunto nacional hasta los cuartos de final donde ha caído ante Francia
Foto: EFE
La federación islandesa identificó las carencias de su fútbol y trabajó duramente para poder avanzar en el deporte rey. Para ello, promovió la construcción de estadios cubiertos y animó a los entrenadores, por aquel entonces padres o familiares de los niños que jugaban, a obtener las licencias como técnicos y a formarse para ayudar a los jóvenes a desarrollar su talento.
Unos 15 años después de aquella decisión, los resultados están saliendo a la luz en los últimos años, tanto en el fútbol masculino como en el femenino:
La selección femenina cayó ante la anfitriona, Suecia, en cuartos de final en la Eurocopa de 2013, y actualmente lidera su grupo en la clasificación para Holanda 2017.
El apartado masculino es más que conocido por todos los aficionados al fútbol gracias a la buena actuación que han tenido en esta Eurocopa 2016, celebrada en Francia, los hombres dirigidos por Lars Lagerback, un sueco ex-seleccionador de Nigeria, y Heimir Hallgrimson, un hombre que hasta hace poco compaginaba el fútbol con su trabajo de dentista. Además, cabe destacar que esta generación de futbolistas estuvo a punto de clasificarse para el mundial de Brasil 2014, pero la misma Croacia que nos ha maravillado este mes en el país galo los derrotó en la repesca que daba acceso a la copa del mundo.
La mayoría de futbolistas islandeses, tanto hombres como mujeres, coinciden en que la decisión tomada por la federación fue un gran paso para la mejora de las habilidades técnicas y tácticas de los futbolistas. A partir de ese momento podrían entrenar todos los días del año, independientemente de que hubiera medio metro de nieve y, además, podrían aprender de entrenadores formados para enseñar.
Y precisamente, en la mezcla entre una generación de futbolistas que se pudo formar en estas condiciones, un entrenador experimentado como Lagerbäck y la ilusión de un país por gritar 'Áfram Island' ("Adelante Islandia", en castellano) reside la clave de este éxito que ha llevado al conjunto nacional hasta los cuartos de final donde ha caído ante Francia.
El coraje, la capacidad de esfuerzo y el compromiso de sus jugadores en cada partido, la presencia de un 10% aproximadamente de su población en la República Francesa durante la Eurocopa, el 4-4-2 diseñado por ambos seleccionadores, el orden táctico en las fases defensivas que ha tenido Islandia durante gran parte del torneo y el provecho que han obtenido de los saques de banda lanzados por su carismático capitán, Aron Gunnarsson, han sido las lecciones que nos han dejado el grito de guerra 'Áfram Island' en esta Eurocopa 2016 y que serán difíciles de olvidar para los que amamos este deporte.