8 razones para viajar en bici en Semana Santa
El cicloturismo -o turismo de alforja- es un gran desconocido. Es una forma de viajar que trasforma la mirada del viaje, te convierte en parte del paisaje y te hace estar mucho más en contacto con todo. Así que voy a dar varias razones más para hacerlo, porque viajar en bici por España es fácil. Y vamos a romper algunos mitos o prejuicios que tenemos.
Se acercan las vacaciones de Semana Santa, y con ello, una posible escapada. Así que, la intención de este post es que, si te gusta la bici, te animes a usarla en estos días de descanso. ¿Por qué no atreverte a viajar en bici y romper esos prejuicios contra el cicloturismo? Más económico, más verde, más sano y, aunque no lo creas, mucho más cómodo que meterte en un atasco. Tenemos tantas carreteras comarcales y caminos en desuso que España es un perfecto terreno para viajar en bici, pararse en los pueblos de interior o de costa, y disfrutar de la parte turística de los espacios. El cicloturismo -o turismo de alforja- es un gran desconocido. Es una forma de viajar que trasforma la mirada del viaje, te convierte en parte del paisaje y te hace estar mucho más en contacto con todo. Así que voy a dar varias razones más para hacerlo, porque viajar en bici por España es fácil. Y vamos a romper algunos mitos o prejuicios que tenemos.
Prejuicio 1: "No estamos preparados, no hay infraestructura para viajar en bici"
¿Quién no ha escuchado alguna vez la frase?: "En ese pueblo no hay ni bar". Y todos sabemos que esto es prácticamente imposible: el pueblo debe ser más una pedanía o conjunto de casas; prácticamente cada municipio tiene sus bares y sus sitios para comer (bien). Son esos pueblos hermosos, siempre conectados por atajos y caminos de alguna forma, olvidados y tranquilos perfectos para pasear en bici, y con un abanico de pensiones económicas u hotelazos -a gusto del consumidor- que ofrecen alojamiento en cualquier rincón del país. Hay una infraestructura turística en España que, en realidad, deberíamos ser los primeros en catar. Admitámoslo, ¿qué queremos cuando salimos de viaje? Básicamente, comer bien, dormir aún mejor, y no perdernos. Esto es lo básico, y luego ya cada uno tiene sus pretensiones. Recuerdo una vez -no voy a decir el país, pero era del norte de Europa- que paramos para tomar café después de muchos kilómetros de camino. Había un montón de casas, y más casas que se iban apilando. Allí sólo había casas. Pues hasta pasar más de tres o cuatro pueblos no encontramos una cafetería. ¿Te ha pasado alguna vez?. ¿Has cruzado cuatro pueblos sin que hubiera un bar o una cafetería en España? El poder parar a comer, descansar, tomar una cerveza o llenar la botella de agua es parte de tener la infraestructura para poder viajar. Y si algo tenemos en España, es infraestructura turística.
Prejuicio 2: "No hay señalización ciclista específica y me puedo perder"
Cierto, normalmente no hay una señalización dedicada a los ciclistas, y en este tema todavía nos queda mucho para estar al nivel de la Ruta del Danubio, de la Eurovelo en diferentes países o del Valle del Loira en Francia. Estas son las rutas cicloturistas europeas más famosas por su facilidad y señalización. Rutas creadas para todos los públicos y para viajar en familia. Sin embargo, esto no significa que te vayas a perder. Aquí, los pueblos, carreteras comarcales y caminos también están señalizados. Y con un mínimo de preparación anterior -o simplemente mirando en un mapa los pueblos por los que vas a pasar- es más que suficiente. ¿Alguna vez has decidido no hacer un viaje en coche porque te puedes perder? Hacer una ruta por pueblos cercanos es algo asequible para cualquiera. Solo hay que mirar el mapa o utilizar las tecnologías que ya están al alcance de cualquiera, como las páginas de Ride with Gps, que te dicen el camino y el perfil que te vas a encontrar. Seguir la señalización oficial, aunque no sea específica para ciclistas, también te sirve. Además, hay un extra: "la gente habla tu idioma y en cualquier momento se puede preguntar", y ya de paso socializar y conocer gente.
Prejuicio 3: "No estoy preparada físicamente"
Pues si no estás preparado físicamente para ir en bici, estás muy mal. La bici es un deporte de bajo impacto (o al menos, yo me lo planteo así, ya que no compito). En un viaje en bici, tú pones las pautas, los kilómetros, lo que quieres hacer y lo que no, el tiempo que quieres pedalear, y el tiempo que quieres dedicar a hacer turismo por los pueblos. Por lo tanto, si cada uno pone su ritmo, cada uno puede hacerlo a su nivel con su preparación física. Si es la primera vez que vas a hacer un viaje en bici, te puedes decantar por hacer una vía verde un fin de semana, o ponerte pocos kilómetros al día. Para ir en bici, la mayoría estamos preparados si sabemos medir cuánto aguantamos y no intentamos hacer proezas sino simplemente disfrutar del camino.
Prejuicio 4: "No tengo una bici para cicloturismo"
Seguramente hayas hecho alguna vez una travesía en barco, un camino montando a caballo o un recorrido en kart. Has dedicado un tiempo a un ocio diferente y no te has comprado un barco, un caballo o un kart. Pues bien, para un primer acercamiento al cicloturismo, si no tienes bici, la puedes alquilar; gozamos de una industria de la bici sana, y en miles de sitios puedes alquilar una bici. También puedes utilizar una prestada. Es fácil conocer a alguien que sí haya hecho un viaje en bici o que tenga una bici con una calidad mínima, como una híbrida o de trekking, para hacer sus rutas de domingo.
Prejuicio 5: "La bici es peligrosa"
Cuando pensamos en la carretera y nos imaginamos a los ciclistas en el arcén, tenemos la tendencia a pensar que en el ciclismo se corren grandes riesgos. Sin embargo, hay muchas formas de hacer ciclismo, o simplemente de iniciarse en el cicloturismo, sin necesidad de pasar por situaciones peligrosas. De hecho, según las estadísticas, las cifras de accidentes mortales son muy superiores en vehículos motorizados que aquellos casos donde hay un ciclista involucrado. Si se seleccionan caminos sin tráfico, espacios naturales, o algunos kilómetros de los más de 2000 km que hay de vías verdes, seguro que encontramos la forma de convertir nuestra iniciación en un camino seguro.
Prejuicio 6: "Me puede llover"
Lo cierto es que sí. Pero la lluvia no es un límite. Existe la posibilidad de que llueva y que el camino en bici no sea tan agradable. También se pueden mirar las previsiones del tiempo, que son bastante acertadas y elegir un momento en que tengamos prácticamente asegurado el buen tiempo. Elegir caminos que no estén embarrados y cerciorarnos de que en los días anteriores no ha llovido. Por otro lado, en los países europeos en los que más llueve, más se coge la bici, así que a la vista está que tampoco es un gran impedimento. Si estamos ya en ruta con nuestra bici y comienza a llover, seguro que es posible resguardarse y esperar hasta reanudar la marcha. Normalmente, no llueve durante varios días seguidos, sino que el tiempo cambia. Y si no, una capa de agua y unos guardabarros en la bici hacen milagros. También se puede disfrutar de una etapa con lluvia.
Prejuicio 7: "No tengo tiempo para organizar un viaje en bici"
Sacar tiempo para organizar un viaje puede ser una proeza. No sacar tiempo para hacer un viaje simplemente es una excusa. No se necesita mucho tiempo para organizar un viaje cicloturista. Las gestiones son relativamente sencillas si lo comparamos con cualquier viaje al extranjero donde entran las variables de cambiar dinero, comprar billetes de avión, llevar la maleta adecuada para que entre en el avión sin facturar, vacunarse, reservar hoteles o comprarse una guía. Lo cierto es que cuando haces cicloturismo no tienes que preparar tantas cosas, sólo tener una bici, una alforja y haber mirado el camino y el tiempo previsto. La mayoría de las personas que conozco que hacen cicloturismo no hacen grandes preparativos. La bici te da la opción de cambiar de pueblo para dormir si te apetece, moverte a otro camping cercano, pasar por otro camino más si tienes fuerzas, pararte a comer donde quieres, y ese tipo de libertades que hacen que los viajes tengan un atractivo de improvisación y entretenimiento.
Prejuicio 8: "No encuentro el momento"
¿Qué tal esta Semana Santa? Está aquí al lado.