¿De verdad bajó en 2013 la factura de la luz?
Cada caso particular es fácilmente comprobable. Basta con sumar el coste de las facturas de 2013, hacer la misma operación con las del 2012, y restar ambos resultados. Que cada uno saque sus propias conclusiones.
Esta frase, pronunciada por el secretario de Estado de Energía, Alberto Nadal, provocó la indignación casi instantánea en esa caja de resonancia que es Twitter. Una irritación comprensible si se tiene en cuenta que los consumidores españoles han visto cómo su recibo de la luz se incrementaba en un 69,9% entre 2006 y 2011, sin contar los impuestos, según Eurostat, frente a un aumento del 20% en los países de la UE. ¿Pero está justificado el cabreo que provocó la afirmación? ¿Con los datos en la mano, es verdad que la factura bajó en 2013? Lo vemos
Los datos
Concretamente, Nadal habló de un descenso del 3,1% en 2013 en el caso de una familia media con dos hijos, con potencia contratada de 4,4 kWh y un consumo de 3.900 kWh al año. Asimismo dijo que el recibo medio -con una potencia contratada de 3,9 kilovatios (kW) y un consumo anual del 2.250 kilovatios hora (kWh)- bajó en un 0,9%. Este "usuario doméstico medio" habría pagado 540,5 euros al año en electricidad, cinco euros menos que el año anterior.
¿Es verdad o mentira? La respuesta corta sería, verdad, pero con matices. El cálculo no está inventado. El secretario de Estado habló de un caso concreto y para ese caso concreto, con un consumo de 3.900 kWh al año y una potencia de 4,4 kWh, la factura bajó durante 2013. ¿Dónde están los matices? Precisamente en que se trata de un caso concreto y el secretario de Estado no aclaró hasta qué punto se trata de uno representativo. No obstante, la factura de la luz, entre otras muchas cosas, depende de la relación entre la potencia contratada y el consumo realizado, y si esa potencia se ajusta a ese consumo. Cada hogar español es un mundo y si se realiza el cálculo con otros parámetros, el resultado es muy distinto.
Así, para un hogar con 3,45kW de potencia instalada y 2200kWh/año de consumo, unos parámetros similares a los usados por Nadal, los miembros de Economistas Frente a la Crisis obtienen una subida de en torno al 3 o el 4 por ciento, teniendo en cuenta el precio con impuestos. El diario 'ABC' también ha echado sus propias cuentas y ha realizado dos simulaciones cuyos resultados también coinciden con el optimismo de Nadal.
En una de ellas, tomando una factura real de diciembre de 2011 de una familia con dos hijos y 4,4 kW de potencia contratada y actualizando los precios existentes a diciembre de 2012, resulta un aumento del 2,35%. En la otra simulación con una factura de un matrimonio mayor sin hijos, y con potencia de 3,3 kW, la subida obtenida es del 8,75%.
Esa sería la primera matización, porque como explican Economistas Frente a la Crisis, la casuística es tremenda y según los supuestos que se adopten y el tipo de consumidor del que se trate, se van a obtener resultados distintos. Los más perjudicados son los consumidores con bajas tasas de utilización de su potencia instalada, porque entre los cambios que ha hecho el Gobierno en la factura está el aumento de lo que se paga por la potencia contratada. Por tanto, los hogares con menos consumo son los más perjudicados.
No es la única matización que se puede hacer a las declaraciones de Nadal. El discurso del secretario de Estado sugiere un efecto positivo de la acción política del Gobierno, pero obvia el papel que han tenido en la bajada de precios mayoristas, entre otros factores, el mayor peso de las renovables en el mix, reduciendo los precios de mercado.
También se omite el efecto negativo, que no tiene que ver con el mercado y sí con el Gobierno, que ha tenido en las facturas de algunos consumidores el mayor peso dado en la potencia contratada, las subidas de impuestos o la deuda que se ha adquirido durante este tiempo en calidad de déficit tarifario y que los consumidores acabarán pagando, antes o después.
Resumiendo, las cifras del secretario de Estado no han salido de la nada, aunque es difícil replicarlas, el cálculo es correcto, pero se refieren a un caso concreto, del que no está clara su representatividad y las implicaciones que Industria extrae de estas cifras tienen que ser forzosamente matizadas.
En cualquier caso, cada caso particular es fácilmente comprobable. Basta con sumar el coste de las facturas de 2013, hacer la misma operación con las del 2012, y restar ambos resultados. Que cada uno saque sus propias conclusiones.
Este post ha contado con la colaboración de Economistas Frente a la Crisis, que tienen publicados aquí varios artículos sobre el tema.
Nota: El objetivo de este blog es tratar de contrastar con hechos declaraciones exageradas o inexactas. Si escuchas, lees u oyes alguna declaración de este tipo, envíamela por Twitter a @InakiHdez y trataré de contrastarla.