Diario de las 24 Horas de Le Mans, 20 de junio
Pues sí, chicos, os escribo desde Le Mans, en esta ciudad que una vez al año acoge la carrera de resistencia más famosa del mundo. Os escribo desde el Hotel Novotel, a donde nos han traído invitados los chicos de Michelin (sí, me han dicho como doce veces que hay que escribirlo con letras mayúsculas, pero es tarde para cambiar el hábito...), para que podamos disfrutar de la carrera en vivo.
Ayer por la noche, entre las diez y las doce, los que me seguís por Twitter (@GuilleAlfonsin), ya pudisteis compartir conmigo la emoción de disfrutar de la primera tanda de entrenos libres, donde Audi dominó a placer, tal y como estaba programado, con un 3:22 casi sin forzar (recuerda, seguimos con nuestra predicción de que en asfalto seco los coches de los cuatro aros pueden hacer 3:20), y con Toyota sin pasar de 3:26, a cuatro segundos de los alemanes. Sí, nadie arriesgó, y las firmas se centraron en lo que tocaba: que sus pilotos completaran las cinco vueltas de rigor para clasificarse para la prueba.
Así que ya sabes, parece claro que Audi está por delante en velocidad, aunque será esta noche, sobre todo en la sesión de las diez a las doce de la noche, cuando se decida todo en uno u otro sentido, con los coches rodando ya con los slicks más blandos que la firma francesa de neumáticos pone a su disposición.
En LMP2 las cosas no están tan claras. Con una pista llena de humedades, vimos cómo muchos coches trompeaban y se salían de pista. Los cuatro primeros clasificados están metidos en un segundo y medio, con el #26 en primera posición, el coche del equipo G-Drive, con chasis Oreca y motor Nissan. Y en GT la pista en estas condiciones favoreció a Porsche, aunque con Ferrari pegada a los talones. Parece que la carrera va a estar entre ambas firmas, aunque recuerda, esta mañana te hemos contado que los 911 devoraban ruedas delanteras. Si la pista está rápida y caliente, y no han solucionado el problema, tendrán problemas para mantener el ritmo.
Conduciendo de madrugada hacia Barajas
Con la clasificación ya terminada, y compartida con vosotros, un servidor cogió cuatro horas de cama antes de salir disparado con el coche hacia Barajas, para coger un vuelo que nos ha llevado primero al aeropuerto de París, donde hemos disfrutado de... una Hamburguesa del Sheratton nada menos (por venticuatro euros, nada menos también...), antes de coger un TGV (que no tenía mucha Vitesse) para acercarnos hasta el corazón de la acción.
Tras haber estado varias veces en esta ciudad, uno se sigue sorprendiendo de la metamorfosis que sufre con la llegada de la carrera. Una población que tiene menos de 150.000 habitantes (vamos, como el Logroño al lado del que vivo cuando no estoy de trabajo por Madrid o por Europa adelante), pasa a ser una comunidad con cerca de medio millón de personas transitándola. Un cambio enorme que exige de músculo hotelero, del que sólo se hace uso en estas fechas.
Paisaje francés desde el TGV
Una metamorfosis que da muchísima de la riqueza que se factura al año en esta localidad que, de otra manera, estaría tan olvidada como cualquier otra ciudad de este tamaño a nivel internacional.
Pero no es así. Hoy Le Mans es el ombligo del mundo automovilístico, y si desde el Novotel desde el que te escribo afinas el oído, ya puedes escuchar sonidos de motor en la lejanía, anticipando la que se nos viene encima.
Me ha sorprendido el clima. Y es que me he venido preparado a lluvias y chubascos, y ahora mismo podría estar en la piscina perfectamente... Pero las nubes negras que tenemos encima me hacen pensar que la clasificación de esta noche podría acabar pasada por agua. Si no lo hace, puedes apostar que veremos ese 3:20 del que tanto te he hablado estos días.
¿Y qué he aprendido en el viaje? Pues charlando y comentando, los chicos de Michelin han puesto a nuestra disposición información de un neumático de carreras muy peculiar que manejará la situación de carrera que parece que tendremos entre manos. Se trata de un slick, sin rayar, pero que ellos llaman "intermedio". El invento de esta goma superblanda es que es más rápida que un neumático intermedio rayado al uso, cuando el asfalto está con manchas de humedad, o cuando está en transición, cuando caen cuatro gotas, pero es demasiado pronto para montar un "liso" de los de toda la vida.
Con Toyota y Audi sobre ruedas Michelin, no se trata de un factor determinante, o una ventaja competitiva de un equipo sobre otro, pero sí que puede serlo a nivel estratégico, pues habrá que elegir muy bien cuándo se puede usar esta goma, pues puede que ahí esté una de las claves de la carrera.
Nos comentaban, además, que esta puede ser una carta mágica en LMP2. Y es que la segunda categoría de prototipos de Le Mans tiene este año una guerra Michelin-Dunlop servida. En LMP2 no se pueden tallar los neumáticos, así que si la pista está en condiciones intermedias, ni seco ni mojado, la cosa se complicará, y puede que ahí los cuatro equipos con Michelin pueden sacar tajada, aunque amigos míos, yo sigo pensando que el #24 o el #26 se llevarán la categoría
En fin, os dejo para pegarme una ducha y deslizarme hasta la cena, que ya sabes que aquí gusta eso de cenar prontito y hablar bajito (no como hacemos nosotros, como se han encargado de recordarnos en el TGV...). Os acompaño en los entrenos a través de Twitter, ¿os parece?