¿Quién es Michel Temer, el 'mayordomo de película de terror' de Brasil?

A los brasileños se les reconoce con facilidad en el extranjero, especialmente en países como Estados Unidos, donde la gente es más directa. En cambio, los brasileños no suelen ir al grano y tienden a evitar conflictos. Michel Temer, el presidente en funciones de Brasil, es exactamente así.

Los miembros del Partido de los Trabajadores (PT), del Partido de la Social Democracia Brasileña (PSDB) y de su propio partido -el Partido de Movimiento Democrático Brasileño (PMDB)- están de acuerdo con esta afirmación: Temer es un hombre ansioso por complacer a los demás. Le encanta acercarse y hablar con la gente y suele recurrir a analogías a la hora de entablar una conversación, debido a su actividad profesional en el ámbito jurídico.

No tiene una imagen pública muy definida, pero, aun así, fue vicepresidente del Gobierno durante el mandato de Dilma Rousseff gracias a sus habilidades políticas. Antes de su nombramiento, Temer era un desconocido fuera de los círculos políticos, pero este hombre de 75 años -que fue presidente de la Cámara de Diputados tres veces- conoce los pormenores de su partido y del Congreso.

Sabe que a los miembros del Congreso les gusta que les escuchen. Así se convirtió en presidente de la Cámara de Diputados en 1999. Visitó todos los despachos y habló con los más de 500 diputados.

En 2010, el entonces presidente, Lula, preguntó al actual presidente del Senado, Renan Calheiros, y al actual senador Jader Barbalho si podía elegir al candidato a vicepresidente de la candidatura de Dilma. Intentó por todos los medios que fuera Henrique Meirelles, el entonces presidente del Banco Central. Pero los diputados del PMDB se negaron y Lula probó con tres propuestas más.

Unos días después, los diputados dijeron: "Nuestros candidatos son Michel Temer, Michel Temer y Michel Temer". Aunque los miembros del PT consideraban a Temer como un hombre extremadamente insaciable, sobre todo cuando defendía una mayor participación del PMDB en el Gobierno, no tuvieron más elección que aceptar su nombramiento. El novio no era el mejor, pero el matrimonio concertado tenía que celebrarse.

Después de organizar la candidatura, el principal obstáculo fue la falta de habilidad de comunicación diplomática por parte de Dilma. En poco tiempo, el vicepresidente se sentía como un elemento decorativo. Esta dinámica hizo enfadar a Temer, ya que es una persona que quiere hacerse oír. El político dejó clara su disconformidad en diciembre de 2015 cuando se filtró una carta de su puño y letra dirigida a la presidenta Rousseff. La carta dejaba patente la cantidad de quejas que presentó a Rousseff y, en ese momento, se consideró un golpe más para la amenazada presidenta.

Además, Temer ha publicado poemas, sueña con formar parte de la Academia Brasileña de las Letras y tiene la costumbre de publicar lo que escribe. Uno de sus poemas dice lo siguiente:

Escribir es como exponerse.

Se revela la capacidad

O la incapacidad.

Y la intimidad.

En las líneas y entre líneas.

Temer, famoso por su mesura, sorprendió con su carta a quienes le son más próximos.

Justo antes de ser designado ministro de Presidencia (en Brasil, Casa Civil), Lula intentó, a través de un intermediario, acordar una reunión con el vicepresidente. Temer expresó su preocupación al interlocutor: "Siempre estoy preocupado cuando me reúno con Lula. La última vez que quedamos, nos pasamos un poco con el vino y el resultado fue la carta".

Hay muchas historias sobre el temperamento de Temer. Una de ellas le valió el apodo que sigue aguantando hasta la fecha: mayordomo de película de terror.

En 1999, durante un acalorado debate con uno de sus pocos enemigos políticos, el expresidente del Senado Antonio Carlos Magalhães, Temer dijo: "El senador tiene la desagradable costumbre de intentar ridiculizar a la gente. Mis estándares morales pusieron en evidencia al senador". A lo que Magalhães replicó: "Él ya es objeto de mofa. No me impresiona su imagen de mayordomo de película de terror".

Es de sentido común que si intentas agradar a todo el mundo, acabas sin agradar a nadie. Si tratas de dar espacio a todo el mundo, acabas siendo la diana de unas críticas infinitas.

Esto explica los retos a los que se enfrenta a la hora de formar su nuevo gabinete, según un miembro del partido del presidente interino.

Temer intentó meter a todo el mundo y se puso en contacto con tanta gente que ya ha tenido que echarse atrás con algunas de sus invitaciones. "Esto duele. Intenta complacer a todo el mundo, intenta resolver todo dialogando, pero es muy susceptible a la presión, principalmente de un grupo pequeño", advierte otro miembro del PMDB.

Este pequeño círculo, que incluye a los futuros ministros Geddel Vieira Lima, Moreira Franco y Eliseu Padilha, revela otro de los rasgos que definen a Temer: la lealtad.

No sorprende, por tanto, que Temer, que celebrará su 76º cumpleaños en septiembre, haya ganado todas las disputas por el liderazgo del PMDB desde 2001.

Suele llegar a acuerdos políticos los domingos o los lunes mediante conversaciones informales con su gente más cercana. Se reúnen en la residencia oficial del Palacio Jaburu, donde se sirve sopa como primer plato.

Este post fue publicado originalmente en la edición brasileña de 'The Huffington Post' y ha sido traducido del inglés por Irene de Andrés Armenteros y Marina Velasco Serrano