Venezuela, historia de dos relatos: cómo afecta la marcha de González a la oposición y al chavismo

Venezuela, historia de dos relatos: cómo afecta la marcha de González a la oposición y al chavismo

Maduro se felicita de la marcha de quien le peleó las elecciones el 28 de julio (y las ganó, según sus actas), pero el gesto le supone un gran retroceso: menos apoyos, más amenazas de sanciones y la certeza de que emplea métodos desesperados. 

Edmundo González Urrutia, con documentos del Consejo Nacional Electoral en sus manos, junto a María Corina Machado, en un acto en Caracas, el 30 de julio pasado.Jonathan Lanza / Getty Images

La marcha a España como refugiado de Edmundo González Urrutia, candidato opositor venezolano en las elecciones del pasado 28 de julio, está rodeada de preguntas. Más allá del pasado inmediato, el cómo se hizo y por qué se hizo, la mirada al futuro es igualmente turbia: nadie sabe cómo va afectar su decisión a la propia disidencia que lideraba y al chavismo aún en el poder, con Nicolás Maduro en cabeza. 

Ahora mismo, esta es la historia de dos relatos, enfrentados e incompatibles. El del oficialismo, que proclama su victoria y se regodea en la imagen miedica del "escapado", del "refugiado voluntario", del "cobarde", y dice que ha cortocircuitado a la disidencia. Y la del resto de partidos contrarios que insisten en que González, el hombre ganó realmente las elecciones con un 70% del voto (según las actas a las que ellos han podido tener acceso), sólo se ha ido cuando su vida corría peligro y no por voluntad propia, y que promete que la lucha no ha acabado, sino que se refuerza. 

La versión de que gana Maduro y su gente es la que defiende, por ejemplo, el líder del Partido Popular español, Alberto Núñez Feijóo, aunque le da la vuelta al argumento para cargar contra el Gobierno del socialista Pedro Sánchez. "El político demócrata que ganó las elecciones ha tenido que salir y el dictador que las ha perdido se mantiene y controla el Gobierno", sostiene. Si él fuera jefe del Ejecutivo, también España habría concedido asilo a González Urrutia, pero con tratamiento de presidente electo, y se habría unido a la Corte Penal Internacional para pedir la detención de Maduro.

Lo que venden desde el Palacio de Miraflores -sede de la presidencia venezolana- es que estamos ante un claro triunfo del Gobierno, porque ha expulsado al máximo desafiante del 28J. María Corina Machado sigue siendo la jefa de los opositores, pero fue inhabilitada y el exembajador fue quien la sustituyó en la boleta. Él queda fuera. La prensa latinoamericana -de CNN en español a El Tiempo o Clarín, apunta a que ha sido el nuevo ministro del Interior, Diosdado Cabello, el que ha organizado un cerco tan férreo contra González que lo ha llevado a marcharse, pese a que no era esa su voluntad inicial. 

"Metiendo presión", ha "buscado una salida" para convencerlo de que dejase Venezuela, lo que ahora lucen como "un claro triunfo" de Maduro. "De esta forma, se cree que se debilita a la disidencia y se genera una corriente de frustración en sus bases, que están movilizadas en la calle desde las elecciones para reivindicar la legitimidad de su victoria", explica el americanista Sebastián Moreno. "Queda dentro del país Machado, que ha sido la gran apuesta de consenso de la Plataforma Unitaria [la mayor lista unitaria de los no chavistas en la historia] pero es normal que se cosechen decepciones cuando quien ha sido el cabeza de lista hoy está en Madrid. La oposición venezolana pasa ahora una dura prueba", resalta. 

Edmundo González Urrutia, retratado el pasado 11 de mayo en Caracas.JESUS VARGAS / Getty Images

Sostiene que es "entendible", más allá de "cómo se vanaglorie el oficialismo", porque González Urrutia "era un señor muy desconocido, al que los opositores asumieron como líder inesperado, lo avalaron, han hecho campaña por él y se han manifestado por él, pero saben que hay una causa mayor detrás que no va a ceder". "Maduro puede felicitarse de este desfallecimiento, pero es temporal y, además, logrado a través de la persecución, no del convencimiento y de las ideas democráticas. En enero, cuando tome posesión, será un presidente de facto, pero no legitimado, por lo que su posición no es tan fuerte como hace ver". 

El analista entiende que, "puntualmente", el chavismo puede regocijarse por lo ocurrido, pero la sonrisa se congela ante lo que puede venir. "El presidente sólo está siendo reconocido como tal por países amigos y sin el entusiasmo de otro tiempo. La mayor parte de la comunidad internacional denuncia un fraude electoral. Eso, a la larga, puede llevar a un reconocimiento de González como presidente legítimo o, como poco, a un apoyo en mensajes y medios en cuanto empiece su ronda internacional, que será en breve". 

Moreno, no obstante, recuerda que también puede "imponerse la realpolitik", esto es, que "el tiempo juegue en favor de Maduro, hasta la toma de posesión del 5 de enero, que los países que apoyan a la disidencia no quieran hacer un reconocimiento de poder paralelo como el que hicieron con Juan Guaidó", al que apoyaron hasta 60 estados, y que salió mal, no movió las cosas. Y no hay que perder de vista ls negocios, con Venezuela siendo aún el país con mayor reserva de petroleo del mundo. "La marcha de González puede llevar a un momento de más presión o a un momento de impasse. Veremos", asume.

Para presionar sobre Caracas, entiende como "muy posible" que se impongan nuevas sanciones o se retomen algunas que estaban levantadas "precisamente porque se había llegado a un acuerdo entre Gobierno y oposición para celebrar unos comicios que debían ser creíbles". Eso, dice, puede generarle "debilidad" y hacerle aumentar su represión de los críticos, que ya es "brutal", según informe de Human Rights Watch

La propia salida del candidato puede ser ejemplo de ese puño que se cierra. Justo el viernes, uniformados de Maduro rodearon la embajada de Argentina en Caracas, ahora bajo protección de Brasil por la ruptura de relaciones con el Gobierno de Javier Milei. El motivo: que dos asesores más de los disidentes habían pedido asilo en la legación, donde había cuatro más desde hace semanas. Ese bloqueo estuvo a punto de ser invasión, dice el diario argentino Clarín citando fuentes diplomáticas brasileñas, hasta el punto de dejar el edificio sin electricidad. Para los de González fue una señal de que la violencia se amplificaba, Maduro iba a por todas y su vida corría peligro. 

Tras el acuerdo para sacar al candidato, de hecho, el asedio se rebajó. Un plan "de notable audacia" y "sin ninguna ética" que lanzaba un mensaje: vete. La vicepresidenta ejecutiva, Delcy Rodríguez, lo niega, insiste en que González es un "refugiado voluntario" y en que lo dejaron salir del país "por el bien de la tranquilidad y de la paz política del país". EEUU le ha replicado que no, que su salida "es resultado directo de las medidas antidemocráticas" del Ejecutivo.

Tarek William Saab, fiscal general de Venezuela, ha confirmado que se va a proceder a un "cambio en el estatus procesal" de González, a quien se quería detener por cinco supuestos delitos -"usurpación de funciones", "forjamiento de documento público", "instigación a la desobediencia de leyes", "conspiración", "sabotaje a daños de sistemas y asociación para delinquir"- y que se reunirán con su abogado para decidir "en forma, tiempo, modo y lugar" cómo va a quedar cerrado judicialmente su caso. 

Saab se ha encargado de difundir en medios internacionales la idea de que el exiliado quería haberse presentado a las citaciones, hasta tres, que le mandó la fiscalía para declarar. Que tenía un "impulso real" de "cumplir con su llamamiento en la primera citación". Y las "presiones externas" se lo impidieron. 

"Como diría la canción de José Luis Perales, él se marchó. Es una decisión voluntaria de él y que el Gobierno de Venezuela, a través del Poder Ejecutivo, respetó. Nosotros como Ministerio Público, igualmente", dijo el fiscal con sorna. Eso lleva, a su entender, a demostrar que "hay una fractura absoluta en ese sector extremista de la oposición que se evidenció el día de hoy, cuando el candidato opositor de mayor -vamos a decir- protagonismo en esa plataforma opositora se marchó del país por voluntad propia. Es la verdad. Y se marcha como un ciudadano común que firma una carta como ciudadano común. Es decir, él se asume perdedor".

La pelea en la distancia

El letrado de Urrutia, José Vicente Haro, ha negado todo ese discurso en la CNN. "En ningún modo ocurrió eso". El relato es ahora una gran batalla y el de los críticos es una novela de terror. Insisten en que el candidato no podía quedarse no por falta de valor ante la posibilidad de ser procesado penalmente y acabar en la cárcel, sino porque su vida peligraba, afrontaba "crecientes amenazas y coacciones", además de "intentos de chantaje". Temían que fuera "silenciado". 

Antonio Ledezma, exalcalde de Caracas y líder opositor, hoy igualmente refugiado en España, insiste en que es el "acoso" de Maduro el que ha mandado a Madrid a González. "No hay más". "Edmundo y María Corina se están enfrentando a una mafia, a una corporación criminal de la que se puede esperar lo peor", recuerda. El candidato ha sido "blanco de acoso" desde su designación como tal, en abril pasado, hasta llegar a la reciente orden de captura. Y no sólo él. Ha habido, denuncia, amenazas propias y a su familia, que le llevaron a estar incluso ausente de las protestas postelectorales, "a reivindicar su victoria". 

Pero, incluso en ese tiempo que ahora sabemos que estuvo en la embajada de Países Bajos, ha sido la "piedra medular" de la oposición, el reconocido como presidente. "Que haya sido blanco de este hostigamiento no quiere decir que vaya abandonar la lucha. Dentro o fuera de Venezuela, es el presidente electo de todos los venezolanos", reivindica.

Nicolás Maduro, el pasado 28 de julio, tras votar en su colegio electoral de Fuerte Tiuna, en Caracas.JESUS VARGAS / Getty Images

¿Va a servir esta búsqueda de refugio a los intereses de Maduro? Se niega a creerlo. Confía en un "coste internacional" alto. "Les va a salir el tiro por la culata, porque ahora vamos a tener dos escenarios donde van a estar actuando los que forman el binomio de la lucha: María Corina y Edmundo", indica. "El presidente electo va a tener más libertad para moverse por los escenarios del mundo", no sólo en Europa, mientras que su compañera y ganadora de las primarias opositoras "seguirá honrando su proclama de lucha hasta el final, resistiendo allí, asumiendo todos los retos implícitos en este desafío, luchando al lado del pueblo, que es el verdadero protagonista de la heroica hazaña de julio", defiende. 

Esos retos pueden acabar siendo los mismos de González, la amenaza a la libertad y la vida misma, más el estrangulamiento a su círculo. "El régimen emula los comportamientos del nazismo y no sólo señala como responsables de conspiraciones a los demócratas, sino que apunta sin ningún tipo de misericordia contra las familias", denuncia. González Urrutia ha viajado a España con su esposa, que también va a pedir refugio; en el país ya tiene viviendo a una hija y a dos de sus nietos. Se cree que en Venezuela queda otra hija y otros tantos nietos. 

A los ciudadanos de a pie que apostaron por el exdiplomático en las elecciones, Ledesma les pide que no desfallezcan porque "la lucha sigue". "Que no se rindan, no es el momento de arriar banderas, han dado un mordisco pero debemos mantener arriba la moral", defiende. Hasta que su triunfo sea "completamente efectivo". 

Y es que entiende que haya que explicar muy bien lo ocurrido para que nadie se lleve "a engaño", como dice el abogado Haro. "Su vida corría peligro, esa es la verdad", resumen. A partir de la noche del jueves y, sobre todo, de la del viernes pasado, se "evaluó la situación" y se vio que peligraba la seguridad, la libertad y hasta la existencia del político, aunque el letrado no ha querido vincular la alerta a lo ocurrido en la embajada de Argentina. "Tal vez muchos no lo comprendan ahora, pero ha sido una decisión tomada por razones humanas. Hay que estar en su piel y en su mente (...) Llega un momento en que el instinto mínimo de conservación de la vida y la integridad prima sobre otras muchas cosas", dice. 

Insiste en que hubo un momento en el que "la urgencia, la emergencia y el estado de excepcionalidad" se impusieron y González pidió el traslado a la embajada española y viajar a Madrid. Su exilio, lejos de ser voluntario como dice el Gobierno, es "forzado" por las circunstancias. 

Una manifestante porta la bandera de Venezuela, en una protesta opositora, el pasado 29 de julio, en Caracas.JESUS VARGAS / Getty Images

"Si estás en una democracia no te vas al exilio", "te presentas a presidente porque prefieres estar en un país distinto, claro", "ha hecho todo, pero hay decepción". Son mensajes que se leen en los grupos de mensajería directos de venezolanos exiliados en España, que tratan de deglutir la noticia de que su candidato es uno de ellos, de esos 42.000 que han pedido protección internacional en nuestro país. La comunidad total es de 390.000 personas. Aunque se nota el pesar de no haber podido resistir el envite, también hay mucha comprensión en el paso dado por este señor de 75 años que nunca pensó en tener un cargo electo, y menos la presidencia. 

La mayoría defiende que la decisión ha sido no voluntaria, muy pensada y sin posibilidades, "lo tomas o lo dejas", y tratan de aferrarse a que tendrá "más libertad de movimientos" para contarle al mundo lo que pasa en Venezuela y recabar apoyos. A veces, concluyen, se lucha bien también fuera. 

En la propia Venezuela, donde las redes sociales y la mensajería instantánea están muy limitados, donde X está prohibido y los medios de comunicación se ven sometidos al mensaje del Gobierno, priman ahora la desinformación y la desmoralización. La lectura de los opositores no se difunde. Queda la imagen de quien se escapa. 

Los simpatizantes de la oposición esperan a ver qué ocurre ese 5 de enero, fecha prevista para la toma de posesión del nuevo presidente, porque Machado ha garantizado que ese día González será el que tome posesión. ¿Habla de algo simbólico, de un retorno del candidato, de una toma simbólica o una declaración de "presidente encargado" a lo Guaidó? Está por ver. 

A Edmundo González le queda aclimatarse física y mentalmente a pasar un tiempo fuera de su país, lo que no entraba en sus planes, y a preparar la ofensiva. En unos días, para empezar, ya se verá con el presidente Sánchez.