Venezuela, cuestión de enfado: PP y PSOE se enzarzan por las coacciones a Edmundo González entre exigencias de dimisiones
Las acusaciones de Esteban González Pons contra el Gobierno de Sánchez por las presiones sufridas por el opositor venezolano en la residencia del embajador español enturbian un día en el que la Eurocámara ha seguido lo pasos del Congreso en el reconocimiento de Edmundo González.
Venezuela en España, Venezuela en Europa y tensión por todas partes. El PP y el PSOE se han enzarzado de forma llamativa este jueves a cuenta del posible papel del Ejecutivo español en la salida del país caribeño de Edmundo González y, especialmente, en su firma "bajo coacciones" en la residencia del embajador español para reconocer el triunfo electoral de Nicolás Maduro antes de poder salir de Venezuela.
Si la cuestión venezolana lleva días rompiendo los puentes entre gobierno y oposición, este jueves los ha dinamitado a primera hora el vicesecretario Institucional del PP, Esteban González Pons. Sus acusaciones contra el Gobierno en una entrevista en EsRadio han tenido replica en José Manuel Albares y otros ministros, en Alberto Núñez Feijóo, de visita por Roma para verse con Giorgia Meloni... y en el propio abogado del político americano, que ha desmontado el discurso 'popular'.
La bola de nieve entre palabras gruesas y exigencias aún más gruesas se ha ido agigantando en paralelo a la sesión en el Parlamento Europeo, que finalmente ha reconocido al opositor venezolano como presidente legítimo de Venezuela. En su texto, Estrasburgo avala a Edmundo González como vencedor de las elecciones del 28 de julio, a falta de unas actas que el régimen de Maduro sigue sin querer pese a las reclamaciones de la comunidad internacional.
La Eurocámara sigue así la tónica marcada por el Congreso de los Diputados, donde la proposición del PP salió adelante con los votos clave de Vox y especialmente del PNV, frente al rechazo del Gobierno y el resto de bloques de izquierda.
En suelo comunitario el panorama no ha sido muy diferente y el texto propuesto por los populares europeos ha salido adelante con amplio margen con el apoyo de los Conservadores y Reformistas de Meloni y de los Patriotas de Orbán, Le Pen y Vox. Al igual que en España, no es una declaración vinculante, sí un gesto simbólico de mucho calado y una 'puerta abierta' a que más parlamentos o incluso Bruselas sigan por la misma senda. Así lo solicita el mismo González Urrutia para "que se haga valer la soberanía expresada en las urnas".
Las acusaciones de González Pons
De momento, la UE se queda en ese debate, que no es menor. En España, superada ya la votación del Congreso, con el 'no' de PSOE y Sumar', la polémica ahora lleva a la residencia del embajador español en Caracas. Allí, y en su presencia, se produjo la firma de la carta bajo unas "coacciones" del régimen chavista que hizo públicas Edmundo este miércoles, relatando haber recibido una visita de presión de la vicepresidenta venezolana y el presidente de la Asamblea Nacional.
"El Gobierno de España está implicado en el golpe de Estado que se ha producido en Venezuela", sentenciaba a primera hora González Pons, convencido -sin pruebas- de que "España está implicada en convertir a Maduro en dictador por más tiempo".
En su entrevista con Federico Jiménez Losantos, el alto cargo y eurodiputado del PP no ha dudado en afirmar que "al mostrar el régimen chavista las imágenes de la firma "han dejado con el culo al aire al Gobierno de España, que es un colaborador de Maduro en descabezar al presidente electo de Venezuela".
Sus declaraciones han sido rápidamente reprobadas por Moncloa, de forma principal por el ministro de Exteriores. José Manuel Albares, quien desde Bruselas ha exigido a Feijóo que "desautorice inmediatamente" al "eurodiputado que ha calumniado a España y que ha acusado a España de cosas que son absurdas pero tremendamente injuriosas para nuestro país".
"El Gobierno de España no ha participado de ningún tipo de negociación entre Edmundo González y el Gobierno de Venezuela", y de igual manera "el embajador no tuvo nada que ver", proseguía Albares en su breve aparición ante los medios en la 'capital' europea.
Desde allí ha equiparado estas acusaciones con las realizadas por Nicolás Maduro tras el arresto de dos ciudadanos españoles: "Hay dos acusaciones falsas de desestabilización de distintos signos políticos". Albares ha aprovechado además para recordar que Edmundo González ha agradecido personalmente "la labor que ha hecho el Gobierno de España, no como hace el señor Feijóo y sus eurodiputados, que intentan ensuciar la imagen de España, el Servicio Exterior de España y de los diplomáticos".
"El PP ha perdido toda ética", añadía en otro evento la titular de Hacienda, María Jesús Montero, llegando a afirmar que desde Génova 13 se inventan las noticias con tal de "desprestigiar" la labor del Ejecutivo.
Con los focos de su encuentro con la presidenta italiana, Núñez Feijóo no ha querido sumarse a las palabras de su vicesecretario, tampoco desautorizarle. Lo que sí ha hecho es apuntar que "el Gobierno ha ocultado las coacciones del Gobierno de Maduro a Edmundo González. [...] De ninguna manera y sin ninguna excusa se puede tolerar que en una embajada española se coaccione a nadie, menos aún a un representante del pueblo venezolano".
Esos hechos, ha continuado el líder de la oposición española, exigen el "reemplazo" del embajador español en Venezuela, "la dimisión" de José Manuel Albares, y "las explicaciones inmediatas" de Pedro Sánchez, por ahora en silencio. "La diplomacia española, pilar esencial de la diplomacia europea en Iberoamérica, no puede estar al servicio de un régimen dictatorial [...] y Sanchez debe mostrar de qué lado está, del dictador o de la democracia".
Y en pleno enfrentamiento político-diplomático, ha hablado el protagonista, en boca de su abogado. El letrado José Vicente Haro ha descartado cualquier implicación del Ejecutivo español "en golpe de Estado alguno". "Quien lo dice deberán dar cuenta ante las autoridades", ha sentenciado en una entrevista en la Cadena SER, echando por tierra el discurso de González Pons.