Una tormenta solar azota a la Tierra

Una tormenta solar azota a la Tierra

Se espera que el pico de actividad de este ciclo solar alcance su máximo a principios de 2025.

Recreación de una tormenta solar.Getty Images/iStockphoto

La actividad eruptiva procedente del sol, causante de las auroras polares que hace poco inundaron el cielo europeo, pueden generar grandes inconvenientes, como por ejemplo en los sectores industriales. Por ello, para intentar descifrar como se originan estas tormentas solares, los investigadores y científicos pretenden desarrollar un clima espacial real.

Todo se originó la noche del 10 al 11 de mayo de 2024, cuando el cielo de gran parte de Europa se cubrió con un velo brillante que miles de personas aprovecharon para fotografiar. La razón de que ocurriera esto, algo reservado para las regiones más cercanas a los polos, es debido a la intensa actividad solar, que se ha manifestado en la multiplicación de erupciones solares, lo que puede provocar tormentas magnéticas de alta intensidad.

La estrella alterna fases más calmadas con un periodo de actividad más pronunciada, dichas variaciones dependen de un ciclo que se alterna de 10 a 13 años. Gracias a eso, sabemos que nuestra estrella ya ha vivido 24 ciclos solares desde 1755, y el 25º, que comenzó en 2019, se encuentra a punto de alcanzar su pico de actividad. Es por ello que se pueden observar la presencia de más de un centenar de manchas solares en su superficie, ya que van en aumento conforme se incrementa su actividad. 

"Nuestra estrella ya ha experimentado 24 ciclos solares desde 1755 y el 25º ciclo que comenzó en 2019, está a punto de alcanzar su pico de actividad. Esta situación se ve corroborada por la presencia de más de un centenar de manchas en su superficie" afirma Alexis Rouillard, investigador del CNRS en el Instituto de Investigación en Astrofísica y Planetología de Toulose. "Estas áreas, que parecen más oscuras, porque son varios miles de grados celsius más frías que la superficie circundante, están asociadas con aumentos repentinos en el campo magnético que circula dentro del Sol y que de alguna manera perfora su superficie!, añade.

Así, el investigador detalla que el motivo de las tormentas solares es la intensificación del campo magnético. "La complejidad e intensificación del campo magnético sobre los cúmulos de manchas solares es la causa de las tormentas solares: la expulsión, a velocidades que oscilan entre varios y varios miles de kilómetros por segundo, de penachos de partículas cargadas, electrones y protones", explica. 

Estas tormentas pueden tardar de uno a cuatro días en recorrer la distancia que separa la superficie del Sol del límite exterior del campo magnético de la Tierra. Después de su viaje, las partículas ionizadas del sol chocan contra la magnetosfera de nuestro planeta, lo que hace que se "reconfigure". Una vez se trasladan por este campo magnético reorganizado, las partículas vuelven a la ionosfera, capa superior de la atmósfera, donde entran en contacto con el oxígeno y el nitrógeno. Cuando el campo magnético de la Tierra interactúa con este, la tormenta solar se transforma en una tormenta geomagnética.

"Al chocar con las moléculas, los átomos y los iones del gas atmosférico a gran velocidad, los electrones transportados por la tormenta geomagnética los colocan en un estado de excitación transitoria. Para volver a su nivel de energía inicial, los elementos excitados liberan luz, cuyo color depende tanto de su naturaleza como de la composición de la atmósfera superior" detalla el investigador. 

Respecto al ciclo en el que nos encontramos actualmente, este debería alcanzar su máximo a principios de 2025, aunque no se sabe exactamente cuándo. Lo que se conoce con seguridad es que las tormentas solares serán más frecuentes y poderosas durante los próximos meses. "A medida que nos acercamos al apogeo del ciclo, la formación de nuevos cúmulos de manchas solares ocurrirá cada vez más cerca del ecuador del Sol", alerta Jean Lilensten, director de investigación del CNRS y astrónomo del Instituto de Planetología y Astrofísica de Grenoble.

Algunos peligros de las tormentas magnéticas

Las tormentas solares pueden provocar graves consecuencias. Por ejemplo, en Quebec, en marzo de 1989, seis millones de personas quedaron en la oscuridad casi diez horas después de una tormenta magnética. Asimismo, hasta cuarenta satélites de telecomunicaciones de Space X en 2022 dejaron de funcionar tras una tormenta geomagnética, ya que las partículas generaron un aumento de la temperatura y una expansión de la atmósfera. 

Así lo explica Jean Lilensten "debido a que la tormenta no estaba prevista, la velocidad otorgada a los satélites para permitirles alcanzar su órbita final resultó insuficiente para poder atravesar esta región de la atmósfera, que se había vuelto más densa, provocando su caída prematura hacia la Tierra". 

Finalmente, también pueden provocar la interrupción de la propagación de las ondas emitidas por los satélites responsables del GPS de los vehículos, algo que ocurrió en cientos de granjas de Estados Unidos durante la tormenta solar que ocurrió en mayo de 2024.