Una simple bolsa de Cheetos trastoca por completo el ecosistema de una cueva

Una simple bolsa de Cheetos trastoca por completo el ecosistema de una cueva

Los "escombros externos" en el ambiente de la cueva resultaron en el desarrollo y crecimiento de mohos y microbios.

Una bolsa de Cheetos en una cueva del Parque Nacional de las Cavernas de Carlsbad.

Los guardabosques del Parque Nacional de las Cavernas de Carlsbad, en el estado estadounidense de Nuevo México, han mostrado el impacto que ha tenido en el ecosistema de una cueva una bolsa de Cheetos dejada por un visitante. 

En las cuevas de Carlsbad está estrictamente prohibido comer o beber cualquier otra cosa que no sea agua, por lo que todo indica que uno de los visitantes del parque habría roto esta regla durante una visita y se olvidó el paquete abierto de tiras de maíz, según ha publicado el medio Visão

"Desde una perspectiva humana, un paquete de snacks esparcidos puede parecer trivial, pero para la vida de la cueva puede cambiar el mundo", se puede leer en una publicación. 

El "olvido" terminó perturbando el delicado ecosistema del espacio, ya que los "escombros externos" en el ambiente de la cueva resultaron en el desarrollo y crecimiento de mohos y microbios.

"El maíz procesado, ablandado por la humedad de la cueva, formó el ambiente perfecto para dar la bienvenida a la vida microbiana y los hongos. Los grillos, ácaros, arañas y moscas de la cueva se organizaron rápidamente en una red alimentaria, dispersando los nutrientes [de los Cheetos] por toda la cueva y las formaciones circundantes. Los mohos se esparcen por las superficies, los frutos, mueren y huelen mal. Y el ciclo continúa", continúan explicando en la publicación. 

Esta agrega que si bien algunos miembros del ecosistema -como las arañas o las moscas- ya forman parte del ecosistema de la cueva, otros -como el moho-, cuando aparecen, perturban el equilibrio establecido.

La dirección del parque ha recordado que, si bien es imposible evitar que queden algunos rastros de presencia humana en la cueva -como mechones de cabello humano o tejidos de ropa-, todos los visitantes deben garantizar la protección del espacio natural. 

"Todos nosotros, grandes o pequeños, dejamos un impacto dondequiera que vayamos. Dejemos todos el mundo en un lugar mejor de como lo encontramos”, piden en el comunicado.