Una manifestación de jubilados argentinos desata el mayor ejercicio de represión del Gobierno de Milei

Una manifestación de jubilados argentinos desata el mayor ejercicio de represión del Gobierno de Milei

El fotógrafo argentino Pablo Grillo, en estado grave después de recibir el impacto de una pelota de goma de la Policía. Hay más de 120 detenidos y 45 heridos.

Una manifestante, detenido este miércoles en Buenos Aires.TOMAS CUESTA

Lo que este miércoles, frente al Congreso de Argentina, comenzó como la protesta a la que cada semana acuden los jubilados argentinos para exigir la subida de las pensiones, se ha convertido en el mayor ejercicio de represión policial desde que la ultraderecha de Javier Milei, La Libertad Avanza, llegase la Presidencia en diciembre de 2023. La policía ha cargado con dureza contra los manifestantes, entre los que había sindicatos, hinchas de fútbol y movimientos sociales que respaldaban la reivindicación de estos 'yayoflautas'.

El Ministerio de Seguridad Nacional argentino, controlado con mano de hierro por Patricia Bullrich, actualizaba a última hora la cifra de detenidos: al menos 120 personas, entre los que figuran siete sindicalistas de la Asociación de Trabajadores del Estado. Además, hay 45 heridos, uno de ellos en estado muy grave: el fotoperiodista independiente Pablo Grillo, que recibió el impacto de un cartucho de gas lacrimógeno en la cabeza mientras documentaba la manifestación. El golpe le provocó una fractura de cráneo, por lo que tuvo que ser intervenido de urgencia en el hospital Ramos Mejía de Buenos Aires. Su padre, Fabián Grillo, confirmaba en el hospital que "lo están operando; está muy grave".

Además, aprovechó el momento para manifestar su indignación por las declaraciones de la ministra Bullrich, quien calificó a su Pablo Grillo de "militante kirchnerista". "Somos una familia de militares, lo decimos con orgullo. Él es militante y también fotógrafo, estaba trabajando de forma independiente, documentando, siempre lo hace", afirmó.

Carga policial sin precedentes

A las 16:30 horas, cientos de policías comenzaron a desalojar a los manifestantes que se habían citado pacíficamente en el entorno del Congreso de Argentina para reclamar una subida de las pensiones. Con gases lacrimógenos y porras, los agentes se abrieron paso entre la masa hasta despejar la Plaza del Congreso. Un camión con mangueras, mientras, apuntaba con potentes chorros de agua a los que intentaban reagruparse y seguir con la protesta, mientras el interior del edificio se contagiaba de la tensión de las calles, aunque por otros motivos diferentes: la comisión política que investigará el 'criptofiasco' de Milei.

Los manifestantes reunidos en la Plaza del Congreso, mientras la policía se afanaba en el desalojo, se limitaban a corear consignas contra el Gobierno de Milei: "Qué triste debe ser tener que pegarle a un jubilado para poder comer" o "Milei, vos sos la dictadura", recogen los medios argentinos o los vídeos que circulan en redes sociales, en los que se ve a una de las jubiladas que se manifiesta cada miércoles acercándose a un agente de la policía para reprocharle su actuación y criticar la falta de ayuda en Bahía Blanca. Cerca, otro de los manifestantes denunciaba la situación en al que viven los jubilados, quienes exigen el respeto de sus derechos y rechazan las políticas actuales.

En ese tumulto, un ejemplo de la carga desmedida, Beatriz Bianco, una mujer de 87 años que sufrió un fuerte golpe en la cabeza después que un agente antidisturbios la empujase y provocase su caída al suelo, causándole una herida en la cabeza que requirió atención  médica inmediata, después de golpearse con violencia contra el asfalto. Varias personas, como han registrado numerosas grabaciones difundidas en redes sociales, trataron de asistirla antes de que fuera trasladada al hospital.

A las 17:00 horas, las cargas de la policía de Buenos Aires seguían produciéndose por las calles bonaerenses, aunque los manifestantes intentaron reagruparse en la Casa Rosada. El caos era casi absoluto, con agentes circulando en motocicleta por las aceras o, como ha sucedido en la Avenida de Mayo, con un coche policial volcado y en llamas convertido en el símbolo de la violenta escalada que ha puesto fina a una manifestación pacífica. 

"Esta represión ya la vivimos"

  Uno de los jubilados que han participado en las manifestaciones, se retira herido de la protesta.Luciano Gonzalez

Durante la avanzada policial, un hombre afectado por los gases lacrimógenos expresó su frustración: "Están destruyendo el país, esta represión ya la tuvimos muchas veces". En la avenida Callao, Pablo, hincha de Ferrocarril Oeste, se resguardaba junto a su pareja, seguidora de Boca Juniors, mientras lamentaba la situación: "No pueden vivir con lo que están cobrando".

Mientras la policía se abría paso entre los manifestantes, con el lanzamiento de bolas de goma y gases lacrimógenos -lo que ha provocado un reguero de afectados, muchos de ellos con los ojos irritados y problemas para respirar-, entre los manifestantes ya se podía ver la indignación y desesperación que provocaban las violentas cargas policiales. "Esta represión ya la tuvimos muchas veces", ha dicho a la prensa argentina uno de los hinchas del fútbol argentino que ha acudido a la protesta de los jubilados. 

Al caer la noche, la policía retomó el control de las calles y desalojó a los últimos jubilados que se resistían a abandonar la zona, desesperados porque nadie hace caso de todas sus reclamaciones ni conocen su situación tras los recortes aplicados por el Gobierno de Javier Milei: "No pueden vivir con lo que están cobrando", señalaba un manifestante. El operativo, al final, se ha cerrado con un saldo de 120 detenidos y 45 heridos, mientras el Ejecutivo defiende la actuación policial y llama a los manifestantes de "criminales".

Bullrich amenaza con penas de hasta 20 años

La ministra de Seguridad Nacional, Patricia Bullrich, ha asegurado que los detenidos en la manifestación de jubilados se enfrentan a penas de hasta 20 años de cárcel, de acuerdo con la "nueva ley antimafia". "Se terminó el tiempo de los aprietes, la extorsión y el negocio del miedo. Vamos a desmantelar estas estructuras delictivas. En Argentina manda la ley, no los barras, ni la izquierda", escribía en las redes sociales. 

Por su parte, la Asociación de Entidades Periodísticas Argentinas (ADEPA) ha condenado la agresión a periodistas que cubrían la represión, en particular el caso de Pablo Grillo. El fotoperiodista sigue en estado crítico tras ser operado de urgencia por una fractura de cráneo provocada por el disparo de un cartucho de gas lacrimógeno.

Mientras la crisis se agrava, en distintos barrios de Buenos Aires han empezado a sonar de nuevo los cacerolazos de protesta contra el Gobierno de Milei. La tensión también se trasladó al Congreso, donde una sesión sobre la comisión 'cripto' terminó suspendida tras empujones y gritos entre diputados. En Argentina, la tensión sigue en aumento.

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