Una enfermera rusa se niega a anestesiar a soldados norcoreanos: "Váyase al infierno"
En una conversación con su marido, interceptada por las autoridades ucranianas, la sanitaria critica la prioridad que se da a los militares extranjeros.
Los militares norcoreanos que luchan junto a Rusia no están pasando una situación nada fácil en el frente. El Servicio Nacional de Inteligencia (NIS) surcoreano estima que un centenar de soldados enviados por Corea del Norte al frente de Ucrania han fallecido ya en combate y que alrededor de 1.000 han resultado heridos.
"Parte de los 11.000 soldados norcoreanos desplegados en la región de Kursk comenzaron a entrar en combate en diciembre. Al menos 100 soldados han muerto desde entonces, y estimamos que debe haber más de 1.000 heridos", anunció el jueves el diputado del gobernante Partido del Poder Popular (PPP), Lee Seong-kwon, en una sesión del comité de inteligencia de la Asamblea Nacional (Parlamento).
El NIS considera que esta cifra elevada, que sorprende por el número reducido de combates directos, se debe a que "los soldados norcoreanos están siendo utilizados como fuerzas de asalto de primera línea a campo abierto y en un terreno desconocido y carecen además de la capacidad para responder a los ataques con drones".
Por su parte, el Servicio de Seguridad de Ucrania (SBU) confirmó el miércoles en su canal de Telegram que "más de 200 militares norcoreanos fueron trasladados a uno de los hospitales rusos cerca de Moscú" para recibir atención médica. Algo que no parece gustar a algunos ciudadanos rusos.
El SBU interceptó una supuesta conversación entre una enfermera de un hospital de la región de Moscú y su marido, un soldado ruso que lucha contra Ucrania en la región de Járkov. "Ayer pasaba un tren con unas 100 personas. Hoy hay 120 más, ya son 200. ¿Y cuántos quedan todavía? Sólo Dios lo sabe", se queja la mujer.
Salas liberadas solo para ellos
La enfermera critica que las salas de los hospitales se están desocupando específicamente para los militantes de Corea del Norte, dejando a los soldados rusos heridos en peores condiciones. "Son de élite, estos coreanos, ¿o qué? Liberamos ciertas salas para ellos. ¿Son tan privilegiados o algo así?", denuncia.
Así, asegura que si los soldados norcoreanos le piden anestesia piensa negarse a inyectársela: "'Váyanse al infierno', les diré. 'No entiendo lo que están diciendo'". La profesional revela también la falta real de entendimiento que hay debido a que los soldados extranjeros no han aprendido ruso y tampoco pueden comunicarse en inglés con ellos. "Tienen prohibido hablar inglés. Como son norcoreanos, están con nosotros. Los surcoreanos, en cambio, están con Estados Unido", detalla.
"Joder, todos son iguales. ¿Cómo vamos a distinguirlos? Es como si les escribiéramos en la frente con un rotulador. ¡Qué zoológico! Pronto no quedará nadie con quien hablar. Se limitarán a murmurar algo en su galimatías. ¡Es una locura!", sentencia.