Un problema en el espacio entre Rusia y EEUU provoca una situación de fallo catastrófico
Las agencias espaciales de ambos países no se ponen de acuerdo sobre las causas y gravedad del problema.
La NASA está preocupada por la fuga de aire y presión que tiene un segmento ruso de la Estación Espacial Internacional (ISS), ya que considera que podría provocar un "fallo catastrófico". En cambio, la agencia espacial rusa, Roscosmos, considera que el problema no es tan grave.
El peligro se deriva de una pequeña fuga pero persistente que fue descubierta en 2019 en el vestíbulo del módulo ruso de servicio Zvezda, una zona llamada PrK que conecta con uno de los puertos de acoplamiento desde julio de 2000. Aunque había más fugas, la de este punto ha sido identificada como la más grave.
Falta de consenso
Al principio, el problema estaba controlado, pero las tasas de fuga se han duplicado hasta pasar de medio kilo de aire perdido al día a un kilo. Por ello, la NASA "ha expresado preocupaciones sobre la integridad estructural del módulo con fugas y la posibilidad de un fallo catastrófico", explica en CNN el ex astronauta de la agencia estadounidense Bob Cabana, presidente del Comité Asesor de la ISS de la agencia, durante una reunión sobre el tema el miércoles.
Sin embargo, Roscosmos "no cree que una desintegración catastrófica sea realista", aunque ha ordenado a sus cosmonautas que identifiquen y trabajen con las áreas problemáticas. "Los rusos creen que es seguro continuar con las operaciones, pero no pueden demostrarlo a nuestra satisfacción. Y Estados Unidos cree que no es seguro, pero no podemos demostrarlo a satisfacción de Rusia", reflexiona Cabana.
A pesar de que las dos agencias espaciales se reunieron en septiembre, no han conseguido ponerse de acuerdo sobre la causa o la gravedad de las consecuencias de estas fugas.
Los ingenieros rusos creen que las grietas se pueden deber a una "alta fatiga cíclica" provocada por microvibraciones, mientras que la NASA considera que intervienen varios factores, como la presión y el estrés mecánico, el estrés residual, las propiedades materiales del módulo y la exposición ambiental.
Pese al desacuerdo, la NASA y Roscosmos continúan en "estrecha comunicación" sobre el tema para solucionar las filtraciones. "Tenemos una relación muy abierta y transparente con nuestros compañeros cosmonautas rusos", asegura el astronauta de la NASA Michael Barratt.