Un nuevo informe desvela el verdadero talón de Aquiles del yate de lujo hundido en Sicilia: "Tenía un diseño absurdo"
La Fiscalía de Termini Imerese ha imputado al capitán del Bayesian por el hundimiento de la embarcación, en el que murieron ocho personas, incluido el millonario británico Mike Lynch.
La Fiscalía de Termini Imerese ha imputado al capitán del yate de lujo Bayesian, el neozelandés James Cutfield, por el hundimiento de la embarcación el pasado 19 de agosto frente a Porticello, cerca de Palermo (Sicilia), cuando murieron ocho de las personas que había a bordo, incluido el millonario británico Mike Lynch.
Cutfield, de 51 años, está así imputado por homicidio múltiple y naufragio negligente y tendrá que comparecer ante el tribunal en los próximos días, según fuentes judiciales citadas por la agencia de noticias italiana Adnkronos. La Fiscalía considera que Cutfield cometió una serie de errores la noche de la tormenta que provocaron el hundimiento del yate de lujo y se espera que el capitán no sea el único imputado.
Los buzos de la unidad submarina de la Guardia Costera continúan con el reconocimiento del yate por encargo de la Fiscalía de Termini Imerese y comprueban además posibles fugas de combustible.
Cada barco tiene sus puntos débiles, ha señalado el medio Il Messaggero, que apunta que el Bayesian no fue una excepción. "El sentido común se ha derrumbado a medida que los yates se vuelven cada vez más absurdos en tamaño y diseño", señala a este medio italiano Chris Freer , diseñador y constructor de yates desde hace 50 años, y especializado en yates de quilla elevable.
El velero hundido cuenta con el segundo mástil más alto del mundo, de 75 metros. "Se pierde prestigio si alguien tiene un mástil más grande que el tuyo", continúa el experto. ¿Pero a qué precio? "Cuanto mayor es el tamaño del yate, menos resistencia tiene el casco. Mientras aún se está discutiendo la quilla. ¿De qué tipo? ¿Qué forma? Si tiene forma de T, como se plantea la hipótesis, es posible que haya habido algunos problemas en esa situación extrema", explica el mismo medio.
"El talón de Aquiles de estas quillas es su pala, a menudo muy estrecha, que en determinadas condiciones dificulta el gobierno del barco", afirma Mauro Giuffè, del medio Vela. "Una quilla trapezoidal, aunque gobernamos mal el barco, acabando ceñida contra el viento y ralentizándolo, será más 'tolerante' gracias a su anchura. Seguramente el barco reducirá la velocidad, pero la quilla seguirá siendo eficaz y tardará poco en recuperar la velocidad", apunta.
Sin embarg, resalta que "no ocurre lo mismo con un T-drift de hoja estrecha. Precisamente porque es estrecha, en cuanto el barco se gobierna incorrectamente, lentamente y contra el viento, rápidamente perderá eficacia. El barco aumentará su abatimiento, y para conseguir que arranque de nuevo será obligatorio alejarse durante varios segundos, esperar a que aumenten los números de velocidad y luego volver a tomar una curva cerrada".