Un medio relevante en Portugal cuela una alerta alimentaria falsa y 'podrida' de Europa contra un pescado español
Algo huele a podrido con este aviso sobre un pez espada originario de España.
El pasado 13 de agosto de 2024, Sapo, uno de los medios de comunicación de Portugal principales, alertó a sus lectores de que el Sistema de Alerta Rápida para Alimentos y Piensos de la Unión Europea (RASFF) acababa de lanzar un aviso de alcance europeo relacionado con un pez congelado originario de España. Pero hay una serie de errores en la comunicación de la noticia que nos disponemos a esclarecer.
"El RASFF ha emitido una alerta tras detectar la presencia de altos niveles de mercurio en filetes de pez espada originarios de España que iban a ser distribuidos a otros países europeos y que fueron detectados por las autoridades italianas", explica Sapo en su noticia.
El pez espada, al igual que el atún y el emperador, se encuentra entre los pescados que más acumulan metales pesados. La Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA) establece que la cantidad de metilmercurio que se puede consumir semanalmente sin riesgo para la salud es de 1,3 µg/kg por cada kilogramo de peso corporal, mientras que la ingesta tolerable de mercurio inorgánico es de 4 µg/kg por cada kilogramo de peso corporal. Hasta aquí, todo correcto.
A continuación, el medio portugués admite que la información es limitada, y no le falta razón. La alerta es real, pero fue emitida el pasado 6 de julio de 2024. Es decir, ha pasado más de un mes desde el lanzamiento original de aviso mientras que, en sus primeros párrafos y en el titular, el medio de comunicación Sapo habla de ello como si acabara de ocurrir y como si la petición de retirada del pez espada en el resto de Europa tuviera un carácter urgente.
Si bien es cierto que, al final del texto, Sapo aclara que la información es de julio, de nuevo nos encontramos ante un error, esta vez de fechas: el medio portugués explica que la alerta se emitió el 15 de julio cuando, según informó en su momento El Español, tuvo lugar el 6 de julio.
Ante este cúmulo de inexactitudes, es razonable terminar esta aclaración invocando las quejas de la Facua sobre la escasa información en las alertas alimentarias a nivel europeo y la confusión que ello puede generar: "Esa falta de información del Sistema de Alerta Rápida para Alimentos y Piensos de la Unión Europea impide que los consumidores puedan comprobar si han comprado o consumido producto alguno alterado y vierte constantemente sombras de sospecha sobre todos los productos, da igual si puedan o no estar afectados",