Un general pinta un escenario hostil si Ucrania ganara la guerra

Ucrania se encuentra en una situación difícil en el frente, aunque haya detenido temporalmente el avance de las tropas rusas en Járkov. Las perspectivas no son las mejores porque Rusia sigue llevando la vooz cantante, domina el 20% de su territorio y la ayuda exterior aún tiene que llegar y ponerse a punto. 

El general rumano Dan Grecu, en una entrevista con el diario Adevărul, ha valorado este escenario y señala cuál sería la clave para ganar la guerra y por qué las armas sofisticadas no son una garantía, ni siquiera las de EEUU. Explica que esta contienda "está lejos de estar decidida", incluso si Rusia tiene más activos, como se espera que lleguen, con su obvia superiodidad. 

El militar ha sido condecorado por EEUU y la OTAN por sus misiones en Irak y Afganistán. Su experiencia internacional destaca principalmente por las tres misiones fuera del territorio nacional como observador militar en la Misión de la ONU en Etiopía y Eritrea, jefe del Equipo Nacional en el Comando Central Americano para las operaciones en Irak y Afganistán y jefe del Enlace Rumano en el Equipo del Comando Regional Sur de la ISAF en Kandahar, Afganistán. Es, pues, alguien que sabe bien de lo que habla. 

Las posibilidades de Ucrania de ganar la guerra en un momento en que los invasores rusos están presionando en el frente no son altas, asume. La mala noticia es que la Federación de Rusia tiene recursos muy superiores a los de Ucrania en casi todos los sentidos. Esto no significa automáticamente que vayan a ganar la guerra, pero puede inclinar decisivamente la situación.

"Al entrar en su tercer año, la guerra ruso-ucraniana muestra, entre otras cosas, el papel de los recursos en el apoyo al conflicto. Desde la perspectiva del personal, es obvio que el Estado agresor tiene un recurso humano superior. Si en el momento de la invasión de Ucrania los rusos contaban con unos 130.000 soldados empleados en el frente, actualmente el número de tropas rusas presentes en los territorios ocupados, implícitamente en combate, es de unos 400.000, lo que supera con creces el número de defensores", sostiene. 

A ellas se suman actualmente "las fuerzas no comprometidas ubicadas cerca de la frontera con Ucrania en las regiones de Belgorod y Kursk, pero también en Bielorrusia, esta última probablemente siendo utilizada como una amenaza potencial capaz de mantener las fuerzas de defensa ucranianas en la frontera norte", explica el general Grecu.

Además, desde el principio, los rusos también se han beneficiado de unos recursos humanos claramente superiores. Ucrania tiene una población de 38 millones de habitantes, pero al menos una cuarta parte de los ucranianos abandonaron el país después de que estalló la guerra, y algunas fuentes estiman que el éxodo es aún mayor. En comparación, Rusia tiene una población de 144,2 millones de personas, pero también otros enormes recursos.

"Si tenemos en cuenta también cómo avanza la movilización en los dos países, vemos nuevas perspectivas: el presidente Volodimir Zelenski, que pretendía movilizar hasta 300.000 combatientes, tiene serios problemas para alcanzar el objetivo, mientras que, por otro lado, los rusos proponen contratar 400.000 soldados, simultáneamente con la incorporación al servicio militar obligatorio, sólo en la sesión de primavera, de 130.000 jóvenes que, a su vez, podrán ser contratados al final de las prácticas obligatorias", detalla.

¿Qué significa una victoria sobre Rusia?

La mala noticia para los ucranianos es que incluso la derrota de Rusia es difícil de definir, y muchos analistas creen que incluso en el improbable escenario de que Ucrania gane, Moscú reabriría posteriormente las hostilidades.

"Al mismo tiempo, es necesario determinar qué significaría derrotar a Rusia. Desde el inicio del conflicto hasta ahora se ha hablado de derrotar a Rusia, pero nadie ha definido qué significa eso. Una victoria sobre la Federación Rusa significaría, desde la perspectiva ucraniana, la liberación de los territorios ocupados, incluida Crimea, pero no significaría la derrota de Rusia. Incluso si se lograra este objetivo, algo poco probable en las condiciones actuales, incluso casi imposible, nada garantiza que Rusia no retome el ataque con los mismos objetivos y consecuencias contra una Ucrania agotada y baja de recursos", advierte el general Grecu.

Menciona otros factores que podrían, si no ser decisivos, sí contar enormemente en la ecuación de la guerra. Una eventual victoria republicana al otro lado del Atlántico podría significar el principio del fin para Kiev, por ejemplo. Y es está tan a la vuelta de la esquina como en noviembre. 

"Ucrania depende totalmente del apoyo externo, que recibió en gran medida durante los dos primeros años del conflicto. El cortocircuito estadounidense, debido principalmente a debates internos, ha afectado claramente las capacidades de defensa de Ucrania con los efectos que estamos viendo. A esto se sumó la incapacidad de los europeos para compensar el hueco dejado por los americanos. "La legislatura estadounidense aprobó una ayuda de 60.800 millones de dólares a Ucrania y el Pentágono declaró que se reúnen las condiciones para que la parte física de la ayuda, es decir, armas y municiones, llegue rápidamente al destinatario ", afirmó el alto funcionario.

Otra discusión importante es si esta ayuda no llega demasiado tarde. "¿Es tarde? Evidentemente mucho más tarde de lo que a los ucranianos les hubiera gustado entrar en su posesión, sobre todo teniendo en cuenta que en los últimos meses las fuerzas rusas han avanzado en el campo de batalla, por lo que la ayuda recibida sólo ayudará a frenar su avance y eso sólo si la diferencia de tiempo hasta la entrega ser extremadamente breve. Sin embargo, hay que subrayar que enviar sistemas superiores al frente, como ya ha ocurrido con los sistemas ATACMS de largo alcance, será una oportunidad para que los defensores moderen el impulso de los rusos", subraya el general.

En su opinión, no existe ningún arma milagrosa que pueda resultar decisiva. La clave para la victoria en una ecuación complicada no se reduce al armamento, dice el general Dan Grecu.

"No existe un arma milagrosa que pueda decidir el destino de la guerra, aunque aquí los defensores de la energía nuclear me contradigan, citando el precedente de Hiroshima. Siempre el resultado final viene dado por la resultante de la combinación de la inteligencia y la fuerza humana con los sistemas armamentísticos y las armas de que disponemos que, en conjunto, contribuyen a la consecución de un objetivo parcial o de la meta última, la victoria” , señala.

En estas condiciones, se espera que la ayuda occidental a Kiev aumente aún más en los próximos meses. Por lo tanto, lo más probable es que la guerra continúe, dado que ninguno de los dos beligerantes parece tener la fuerza para poner de rodillas a su enemigo en los próximos meses.

"Sin embargo, es obvio que, en primer lugar, las fuerzas ucranianas necesitan municiones para todas las categorías de armamento, pero principalmente para artillería terrestre, capacidades de defensa antiaérea (sistemas y municiones), medios de guerra radioelectrónica para contrarrestar los drones y, en última instancia, su propia aviación de combate. Es más que seguro que tanto los Estados Unidos como los miembros del grupo de contacto Rammstein los tienen en cuenta; las informaciones existentes hablan, entre otras cosas, de un aumento del número de sistemas Patriot, que se podrán entregar en poco tiempo, por la iniciativa checa sobre los proyectiles cal. 155 mm: al menos 300.000 unidades se entregarán en junio, y la lista seguramente se completará tanto con la ayuda estadounidense, según tengo entendido, la mayor donada a un Estado en toda la historia, como con la de otros donantes", concluye el general Dan Grecu.