Ucrania pierde el control con la devastadora táctica de las bombas rusas

Rusia depende cada vez más de una táctica devastadora que le está asegurando victorias recientes en la guerra en Ucrania, desatada hace más de dos años por el presidente ruso, Vladimir Putin. Se trata de las bombas planeadoras, con las que Moscú derriba las defensas ucranianas y mantienen a sus aviones de ataque fuera de peligro. 

Este tipo de bombas, según ha analizado el medio Business Insider, permiten a los rusos destruir posiciones fortificadas desde distancias mucho más allá de la artillería sin exponer sus aviones a los misiles tierra-aire de Ucrania, y lo que a Rusia le falta en precisión lo compensa con pura potencia de fuego. Estas bombas pueden pesar hasta 6.600 libras.

Ucrania ha demostrado que tiene dificultades para derrotar esta amenaza rusa, en gran parte por la escasez de misiles de defensa aérea. Por ello, los expertos en el conflicto apuntan que Kiev puede terminar perdiendo más terreno y tropas. "El empleo de bombas deslizantes por parte de Rusia realmente subraya hasta qué punto el ejército ruso sigue siendo peligroso", ha declarado a Business Insider George Barros, líder del equipo de inteligencia geoespacial y analista de Rusia en el Instituto para el Estudio de la Guerra (ISW).

Las bombas planeadoras tienen superficies de control de vuelo y son armas de separación. Esto significa que los aviones pueden lanzarlas a cierta distancia del objetivo en lugar de directamente encima de él (a diferencia de las bombas de gravedad convencionales), lo que ayuda a reducir la exposición del avión a las defensas aéreas enemigas, según el mismo medio. 

"Las fuerzas rusas han aumentado significativamente los ataques con bombas planeadoras guiadas y no guiadas contra posiciones ucranianas de retaguardia y primera línea en 2024, en particular empleando ataques masivos con bombas planeadoras con efecto táctico en su toma de Avdiivka a mediados de febrero", informaron la semana pasada analistas del grupo de expertos del ISW.