Las treguas no sirven para detener los combates en Sudán
Cruz Roja avisa de que los hospitales se están quedando sin suministros, mientras se ha liberado a 177 soldados egipcios detenidos por los paramilitares.
Una nueva tregua de 24 horas entró en vigor este miércoles en Sudán, pero los combates entre el Ejército y el poderoso grupo paramilitar Fuerzas de Apoyo Rápido (FAR) no cesaron y continuaron los bombardeos y disparos de artillería en Jartum y otras ciudades del país.
Esta es el segundo cese de hostilidades que incumplen ambas partes enfrentadas desde hace cinco días, puesto que el martes el Ejército y las FAR acordaron a petición de Estados Unidos un armisticio de 24 horas que tampoco cumplieron en ningún momento.
Los violentos choques han dejado ya más de 270 civiles muertos y más de 2.000 heridos, de acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS), mientras que el Sindicato de Médicos de Sudán advierte que la cifra de víctimas podría ser mucho mayor por la incapacidad de los equipos de emergencia de acceder a ciertas zonas.
La tregua fue anunciada en un primer momento por las FAR, que indicaron en su cuenta de Twitter que daría inicio a las 18.00 hora local (la misma hora en Madrid) y que se alargaría un día.
"Afirmamos nuestro compromiso con el alto el fuego integral y esperamos que la otra parte cumpla con la tregua según las fechas anunciadas", indicaron los paramilitares.
Por su parte, las Fuerzas Armadas sudanesas anunciaron su adhesión al alto el fuego poco después de que entrara en vigor.
Según un comunicado de los uniformados, este cese de hostilidades tiene el objetivo de "facilitar los aspectos humanitarios, bajo la condición de que la otra parte se comprometa con las obligaciones de la tregua".
Sin embargo, según pudo constatar EFE, los enfrentamientos continuaron en la capital, Jartum, especialmente en los puntos en disputa: el Palacio Republicano y las inmediaciones de la comandancia de operaciones del Ejército, donde el sonido de las explosiones y de los disparos de artillería no han cesado en cinco días.
Ante la incapacidad del Ejército y las FAR de comprometerse con cesar las hostilidades, varias han sido las llamadas y las súplicas para dar tregua a la población sudanesa.
Una quincena de embajadas occidentales en Sudán, entre ellas la española, exigieron este miércoles a las partes que "pongan fin a las hostilidades de inmediato y sin condiciones" y que se sienten a dialogar para resolver sus diferencias.
Asimismo, la Liga Árabe exigió también un armisticio, al menos, de cara a la festividad del Aíd al Fitr, que pone fin al mes sagrado musulmán de ramadán, durante el cual los fieles tienen prohibido beber y comer durante las horas diurnas.
Hospitales fuera de servicio
El Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR) en Sudán dijo ayer que los hospitales del país africano "se están quedando peligrosamente bajos en suministros", mientras que los centros se han quedado "sin electricidad ni agua potable" a causa de los intensos combates.
El CICR indicó que la prioridad más urgente es distribuir asistencia médica a los centros médicos y tratar de reparar sus líneas de agua y de energía para que puedan atender a los heridos, y lamentó que si continúan los combates la organización no podrá entregar los suministros necesarios ni evaluar las necesidades humanitarias.
El Sindicato de Médicos de Sudán, por su parte, alertó también de que más de la mitad de los hospitales de Jartum y de los estados vecinos se encuentran fuera de servicio, mientras que el resto están en riesgo de cierre por falta de personal médico y suministros.
Los médicos sudaneses han estado alertando en los últimos días de que los hospitales están siendo "blancos de ataque" por parte del Ejército y las FAR, lo que ha provocado que cientos de pacientes se hayan quedado atrapados en las instalaciones, mientras que muchos heridos han muerto y los familiares de los fallecidos no han podido enterrar a sus seres queridos.
Soldados liberados
La única noticia positiva es que el Ejército sudanés confirmó esta mañana la evacuación de los 177 soldados de la Fuerza Aérea egipcia que se "rindieron" a los paramilitares el pasado sábado, cuando comenzó el conflicto en el país africano.
"En coordinación entre las partes sudanesa y egipcia, 177 soldados técnicos de la Fuerza Aérea Egipcia, que habían sido detenidos en Merowe (norte) durante el estallido de la rebelión de las milicias de Apoyo Rápido, fueron evacuados a la República Árabe de Egipto desde el aeropuerto de Dongola por cuatro aviones de transporte militar egipcios", según un comunicado de las Fuerzas Armadas.
El aeropuerto de Dongola se encuentra a unos 400 kilómetros al norte de Jartum, ciudad en la que su aeropuerto internacional está completamente fuera de servicio por los daños en la pista de aterrizaje y los combates que hay alrededor. Hasta el momento, los planes de evacuación de las organizaciones y embajadas occidentales están paralizados al no haber vías de salida.
El Ejército sudanés destacó que la presencia de estas tripulaciones pertenecientes a la Fuerza Aérea Egipcia se había realizado "de acuerdo a un protocolo de entrenamiento firmado entre ambos países en 2018, según el cual se realizan ejercicios conjuntos entre las dos fuerzas aéreas en el dos países alternativamente, y se programó una nueva ronda del ejercicio (Protectores del Nilo) para el próximo mes de mayo".
El presidente egipcio, Abdelfatah al Sisi, aseguró que las tropas egipcias se encontraban en Sudán como "una fuerza simbólica" para el "entrenamiento" conjunto con el Estado sudanés y "no para apoyar a un bando contra el otro".
Al Sisi, que se ha mostrado dispuesto a mediar en el conflicto del país vecino, aclaró que la postura de Egipto "se basa en no intervenir en los asuntos internos de los países".