La tragedia ferroviaria pone contra las cuerdas a Gobierno griego: más huelgas y protestas hoy
El siniestro ha alterado el escenario de cara a las elecciones generales previstas para los próximos meses, al restar apoyos al primer ministro, el conservador Mitsotakis.
Miles de trabajadores han salido a la calle este miércoles en Grecia para sumarse a una nueva jornada de huelga general en señal de protesta por el trágico accidente de tren que tuvo lugar la semana pasada en el país y que ha dejado 57 muertos.
El transporte en Atenas, la capital, se verá afectado en toda la ciudad, tal y como venían adelantando los sindicatos, que habían anunciado que la huelga se extendería al menos hasta este miércoles para poner en el punto de mira la mala situación del sistema ferroviario.
Asimismo, varias organizaciones han convocado manifestaciones contra el Gobierno en un itinerario que tendrá su final ante la sede del Parlamento, en Atenas, según informaciones del diario Kathimerini.
El siniestro que tuvo lugar el 28 de febrero en la ciudad de Tempe ha conmocionado al país y ha suscitado numerosas críticas sobre la gestión de la red nacional de trenes y el estado de sus infraestructuras. Los trabajadores llevaban años alertando de negligencias, así como de la falta de recursos y personal.
Ahora, la situación ha hecho que miles de personas se sumen a las manifestaciones para exigir una mejora de estas condiciones, mientras los trabajadores convocan huelgas de 24 horas desde hace casi una semana.
Los sindicatos han reivindicado que continuarán con las huelgas a medida que "luchan por una circulación de trenes segura" y reivindican que "la verdad salga a la luz y los responsables del accidente sean llevados ante la Justicia".
Terremoto en el Ejecutivo
El accidente ha alterado el escenario político de cara a las elecciones generales previstas para los próximos meses, al restar posiblemente apoyos al primer ministro, el conservador Kyriakos Mitsotakis.
"En este momento mucha gente no piensa políticamente. Lo que hace es sentir. Conforme pasen los días, los sentimientos darán paso a una conversación pública sobre los responsables del accidente", explica a EFE el profesor de Ciencias Políticas de la Universidad de Macedonia en Salónica, Nikos Marantzidis. Por eso, asegura, "los próximos días y semanas serán cruciales" para la escena política de Grecia.
Pocas horas después del accidente, Mitsotakis habló de un desafortunado "error humano" como causa de la tragedia.
Sin embargo, miles de griegos se han manifestado desde entonces para demandar seguridad en los transportes y denunciar que existe una responsabilidad del Estado por no haber modernizado la estructura ferroviaria, que carece de sistemas de control automatizados.
Mitsotakis tuvo que retractarse el domingo y expresó un “gran perdón” a los griegos por el calamitoso estado de la vía férrea del país helénico.
Hasta el momento tan solo una persona, el jefe de la estación de trenes de Larisa, que controlaba manualmente el tráfico en el tramo donde se produjo el choque, ha sido imputado por la tragedia.
"La teoría según la cual el accidente fue causado por un error humano no parece convencer a la gente, y por eso vemos que todas estas manifestaciones son tan masivas", señala Maratzidis.
Golpe al discurso oficial
No es la primera crisis a la que se enfrenta Mitsotakis, cuyo ejecutivo lleva meses contra las cuerdas por un escándalo de escuchas ilegales a políticos, periodistas y la cúpula militar del país. Sin embargo, el accidente podría suponer un golpe mucho más duro para los conservadores.
"Aparte del carácter dramático que tiene por la pérdida de tantas vidas, la tragedia viene a socavar una de las principales narrativas del Gobierno: que pese a todos los problemas que han surgido, es un Ejecutivo de tecnócratas eficientes", asegura el experto.
En 2018, cuando el actual líder de la oposición, Alexis Tsipras, era primer ministro, un enorme incendio forestal en la localidad de Mati, cerca de Atenas, se cobró la vida de 103 personas.
Mitsotakis acusó entonces al Gobierno izquierdista de negligencia a la hora de evacuar la zona y avisar a los residentes, y prometió que si llegaba al poder crearía un servicio de protección civil eficiente y un Estado que pudiera garantizar la seguridad de sus ciudadanos.
El lío de la fecha
La tragedia ferroviaria no sólo socava su credibilidad ante las acusaciones lanzadas entonces contra Tsipras sino que complica los planes de Mitsotakis sobre la fecha de las próximas elecciones, que antes del accidente iban a celebrarse con bastante probabilidad el 9 de abril.
Sin embargo, ese día coincidiría con las misas conmemorativas de las víctimas del accidente del tren, que se celebran en el rito cristianismo ortodoxo 40 días después tras la muerte.
Y si el Gobierno opta por ir a las urnas en mayo, daría más tiempo a que se amplíe el debate sobre quién es responsable del suceso y a que la oposición y la sociedad civil señale la culpa del Gobierno por el mal estado de la infraestructura ferroviaria, asegura Marantzidis.
Antes del accidente, el gobernante partido conservador Nueva Democracia lideraba las encuestas, con siete puntos porcentuales de ventaja sobre el izquierdista Syriza.
Por ahora, no se han publicado sondeos que reflejen el impacto del accidente en la opinión pública.
Y en si el Gobierno se verá salpicado por la responsabilidad dependerá mucho del resultado de la investigación judicial y periodística sobre las causas de la tragedia, pero también en cómo gestione el Ejecutivo la situación en las próximas semanas, concluye el experto.