Suecia, ante uno de los mayores hitos de la historia: será el primer país 'libre de humo' de todo el mundo
El último estudio elaborado por varios expertos en adicciones demuestra las claves que han llevado a Suecia a ser el ejemplo del mundo en la lucha contra el tabaco.
"Espacios sin humos", "Piensa en los tuyos" o "Fumar mata" son algunos de los eslóganes y lemas con los que, desde las principales instituciones se ha intentado frenar desde hace años -de forma estéril-, el avance imparable del consumo de tabaco en la sociedad. El número de fumadores se incrementa año a año y por consiguiente, las muertes derivadas por su consumo no han parado de aumentar: cánceres de pulmón, insuficiencias respiratorias, ataques al corazón...
Pese a que se trata de un problema global, hay una excepción que debería servir de escaparate para todos los países que traten de luchar contra esta 'epidemia' y que ha logrado unos resultados que han asombrado al mundo: Suecia.
El éxito sueco: un ejemplo para el mundo
Tal y como demuestra el último estudio elaborado por varios expertos, entre ellos Karl Fagerstrom (psiquiatra y experto en adicciones), cuyo objetivo es la eliminación total de los cigarros tradicionales (de combustión) por otras fórmulas mucho menos nocivas y alejadas de los efectos negativos del tabaco, el país nórdico está logrando unos avances sin precedentes en la lucha contra el tabaquismo.
Sus resultados han dejado perplejo al mundo entero y los objetivos que desde la Unión Europea se establecieron hace unos años -reducir la tasa de fumadores hasta el 5% para el año 2040-, Suecia los va a lograr con 17 años de antelación -en noviembre de 2022 presentaba una tasa de fumadores del 5'5% por el 23% de media de la UE-, siendo el primer país del mundo en conseguirlo.
Ese porcentaje de fumadores es el establecido tanto por la OMS como por la Red Europea de Prevención de Tabaquismo (ENSP) para dictaminar que un país está libre de humo. Los resultados obtenidos por Suecia reflejan una diferencia asombrosa con respecto al resto del mundo, y la pregunta es: ¿Cómo lo han logrado?
Los principales aliados para acabar con el tabaco
Las claves del rotundo éxito sueco en esta materia son muy variadas aunque destacan dos aspectos fundamentales por encima del resto: potenciar las alternativas al consumo de nicotina y tabaco basados en la combustión, principalmente con cuatro productos:
- Snus (nicotina por vía oral)
- Bolsitas de nicotina
- Vapeadores
- Cigarrillos electrónicos
Y en segundo lugar, hacerlos más asequibles que los cigarrillos tradicionales, convirtiéndolos en el producto prioritario para cada vez más personas, sin demonizarlos y aportando datos con los numerosos beneficios que presentan en comparación a cualquier tipo de consumo tabaquero basado en la combustión.
Como ejemplo, el Real Colegio de Médicos de Reino Unido (RCP) ha demostrado que los cigarrillos electrónicos son un 95% menos nocivos que los cigarros tradicionales, algo que irremediablemente se ha traducido en una incidencia mucho menor de cáncer de pulmón y muertes derivadas por el consumo de tabaco.
Pero sin duda, lo que otorga importancia y avala el enorme logro sueco, son los asombrosos resultados que han obtenido en tiempo récord. En el primer año en el que se recopilaron datos acerca del número de fumadores (1963), en Suecia había 1'9 millones de fumadores, una cifra que descendió hasta el millón en 2012 y que actualmente se encuentra en mínimos históricos, con un total de 580.000 fumadores.
El país con menos enfermedades derivadas del tabaco
Pero esto no se queda aquí, ya que la diferencia entre Suecia y el resto de la Unión Europea es cada vez más abismal si se consultan más datos. Según se indica, tan solo el 3% de suecos entre los 16 y 29 años son fumadores, muy por debajo del 29% de media de la UE.
Estos objetivos se han logrado con una política eficaz y que ataca directamente al foco del problema, lo que ha permitido al país escandinavo tener un 41% menos de casos de cáncer que el resto de sus socios europeos, con especial incidencia en los hombres, que redujeron su tasa de mortalidad en un 40% respecto al resto de Europa.
Un mérito que es aún mayor si se tiene en cuenta que durante el siglo pasado, la mitad de la población masculina del país era fumadora, lo que incrementa el valor de esta estadística de forma considerable.
Si todos los países de Europa siguieran los pasos de Suecia y lograran unos datos parecidos, se ha estimado que alrededor de unos 3,5 millones de personas podrían salvar su vida en la próxima década solo en la UE, algo que está al alcance de cualquier gobierno europeo, como bien ha demostrado el país nórdico.
No existe la fórmula mágica
Tal y como el caso sueco ha evidenciado, no existe una fórmula mágica que convierta de la noche a la mañana un país con más de un 40% de fumadores en uno con poco más de un 5%, sino que siguiendo un plan marcado, estructurado y demostrando a su población los efectos 'positivos' que presentan otros productos, alejados de la combustión, el éxito está mucho más cerca.
Según una encuesta realizada en 2015 por el Eurobarómetro, un 7% de los suecos había vapeado alguna vez. Un porcentaje que aumentó en 2020 hasta el 12%, siendo este incremento inversamente proporcional a los de los fumadores de tabaco, que pasaron de un 11,5% a tan solo el 5,6% en 2022.
Está claro que el objetivo que las autoridades suecas tienen entre ceja y ceja es la eliminación total de cualquier tipo de consumo e inhalación de productos de nicotina o tabaco, pero son plenamente conscientes de que este paso intermedio es necesario y hasta positivo para lograrlo.