Rusia reconoce el golpe maestro de Ucrania
Cuanto menos, admiten que la situación es "difícil". Y el tiempo que puede llevar recomponerse, si alguna vez lo consiguen.
Moscú no ha tenido más remedio que admitir la magnitud de lo que ya está apuntando a ser el gran 'golpe maestro' de Ucrania contra la invasión. El jefe del Estado Mayor de las Fuerzas Armadas ucranianas, Oleksander Sirski, ha asegurado este lunes que controlan ya unos 1.000 kilómetros cuadrados de territorio ruso como consecuencia de la ofensiva terrestre sobre la región rusa de Kursk.
"En estos momentos unos 1.000 kilómetros cuadrados de territorio ruso está bajo control de las Fuerzas Armadas", ha destacado Sirski en un mensaje publicado en su cuenta en la red social Telegram.
Mientras, las autoridades rusas han reconocido que el Ejército ucraniano ya controla 28 localidades de la provincia de Kursk tras una ofensiva iniciada a principios de agosto y que ha dejado al menos doce muertos en el último día.
Un grieta en la frontera rusa de 12 kilómetros
El gobernador de Kursk, Alexei Smirnov, ha señalado durante una reunión con el presidente, Vladimir Putin, que las fuerzas ucranianas han logrado "profundizar" en su operación y han llegado ya a 12 kilómetros de la frontera, mientras que el frente de combate se extiende a lo largo de 40 kilómetros de ancho.
En este sentido, ha explicado que unas 2.000 personas viven en estas 28 localidades, si bien ha lamentado "no conocer" su destino. Además, ha alertado de un aumento de los ataques con drones en la zona.
Smirnov, que ha tildado la situación militar de "difícil", ha aclarado que los ataques de las últimas horas han dejado a su vez 121 heridos, mientras que sitúa la cifra de evacuados a causa de los combates en unos 120.000, según informaciones recogidas por la agencia rusa de noticias Interfax.
Muchos de los desplazados han sido acogidos por familiares y amigos, mientras que otros se encuentran en centros de desplazamiento temporal del Gobierno, que dispone de 60 refugios de este tipo.