Rusia mira al espacio y encuentra una misteriosa señal extragaláctica

Rusia mira al espacio y encuentra una misteriosa señal extragaláctica

La comunidad científica sigue asombrada después de la reciente detección de una señal rápida de radio en los confines del universo, posiblemente en otra galaxia.

Las torres del telescopio del observatorio astronómico Assy-Turgen en KazajistánUniversal Images Group

Desde las profundidades del espacio, posiblemente desde otra galaxia, hasta la localidad de Púshchino, a cien kilómetros al sur de Moscú. El equipo de investigadores que trabaja en el proyecto Pushchino Multibeams Pulsar Search (PUMPS) en el radiotelescopio Large Phased Array (LPA), ha identificado la señal de un fenómeno que sigue desconcertando a la astrofísica moderna: un breve e intenso pulso de ondas de radio, conocido también por el nombre de fast radio burst (FRB), que podría provenir de una fuente a 2,3 mil millones de años luz de distancia, en una galaxia aún desconocida.

Este tipo de señales, extremadamente intensas y fugaces, se caracterizan por pulsos de ondas de radio brevísimos, con una duración de milisegundos, y por liberar en ese tiempo una cantidad de energía similar a la que produce el Sol durante varios días. Sin embargo, no se sabe su procedencia exacta. Aunque la mayoría de los FRB que se detectan, pasan a la historia como eventos únicos, ya se ha documentado la existencia de algunos que se repiten y emiten pulsos desde la misma ubicación en el universo. 

Aunque algunas teorías sugieren que los magnetars (una clase de estrellas de neutrones con campos magnéticos excepcionalmente intensos) podrían ser los responsables de estos estallidos, las investigaciones siguen intentando entender cómo funcionan. Los magnetares se originan cuando una estrella explota como supernova, dejando tras de sí un núcleo extremadamente denso y magnetizado. Durante ciertos episodios de actividad magnética, pueden emitir ondas de radio, las que ahora se escuchan en la Tierra.

Este nuevo FRB, que han bautizado como FRB 20190203, no solo ha llamado la atención por su breve intensidad sino también por su posible origen, que se situaría a una distancia de 2.300 millones de años luz, lo que para los expertos sugiere el estallido podría ser uno de los más potentes observados hasta ahora. Una rareza en la radioastronomía que, por otra parte, se captado a una frecuencia de 111 MHz, una de los más intensas a ese nivel.

Según el equipo de astrónomos rusos, las características de FRB 20190203 concuerdan con las emisiones de radiación sincrotrón, un tipo de radiación asociada con partículas cargadas que se mueven a velocidades cercanas a la de la luz en presencia de fuertes campos magnéticos. Este fenómeno se ha observado en otros objetos espaciales y es uno de los mecanismos propuestos para explicar la energía extrema de los FRB.