Rusia aprueba un plan nuclear en el país con más escuelas cerradas del mundo
Se ha firmado ya la construcción de una planta en Burkina Faso.
Burkina Faso ha confirmado hace unos días que ha llegado a un acuerdo con la compañía rusa Rosatom para la construcción de una central nuclear en su territorio. Se ha suscrito un memorándum para utilizar esta energía atómica con fines pacíficos.
Los encargados de firmar este documento han sido Nikolay Spasskiy, director general de Rosatom, y Simon Boussim, ministro de Energía y Minas de Burkina Faso. Pero la relación entre estos dos países no es algo nuevo, sino que viene ya de la II Cumbre Rusia-África de este verano. Allí mantuvieron una reunión en la que Burkina Faso manifestó su necesidad de energía y su deseo de albergar una planta nuclear.
El objetivo de el país africano es poder llevar electricidad al 95% de las zonas urbanas y al 50% de las zonas rurales antes del año 2050. Aunque, hoy en día, solamente un 19% del total de la población de Burkina Faso tiene acceso a este suministro -60% pertenecen al entorno urbano y 3% al rural-.
Para poder poner en marcha esta nueva central nuclear, Rusia se encargará de formar a los burkineses para que trabajen en la planta. Asimismo, la empresa Rosatom se hará cargo de los gastos, tanto de construcción como de mantenimiento. Pero este reparto de gastos está generando dudas, pues todo apunta a que el dueño real de la planta no será Burkina Faso, que solamente aporta su terreno.
No parece que este acuerdo vaya a servir para dotar de una independencia energética al país. Más bien se presenta como una nueva forma de sumisión de África a los intereses de Putin y de Rusia.
Antes de llegar a este acuerdo, Burkina Faso producía su electricidad con biocombustibles -carbón o madera-. Así que este país es uno de los que más caro obliga a sus ciudadanos a pagar la electricidad de todo África.